10. Poceta traga gente

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Había llegado el fin de semana y los liceistas ya se querían tirar de lo alto del Salto Ángel. Primera semana de clases del segundo lapso y ya querían abandonar la escuela, pero eso ya era algo común.

Riki no se quería parar de la cama. Ya era mediodía y se supone que después de almorzar Naomi lo pasaría buscando para ir a casa de Daniel.

Cosa que no había terminado de entender, porque en la semana esos dos pasaron de solo saludarse a hablar paja en la cantina y luego se enteró que el chamito la invitó a su casa también. Increíble, Daniel y Naomi socializando después de estudiar juntos casi toda la vida.

Su hermana mayor entró al cuarto, abriendo la puerta sin tocar como era de costumbre y se tiró al lado de él en la cama para empezar a ver tiktoks a todo volumen.

—Valentina bajale a eso, me vas a dejar sordo. —le tiró una almohada al decirlo.

—Respeta que no le dije a mamá que te gastaste lo que te despositó anteayer para comprarte legos.

El chamo se quedó calladito porque era verdad. Se había gastado casi todo comprandose dos paquetes de legos cuando salió a acompañar a su hermana a su cita en el odontólogo.

—¿Tú no ibas hoy a casa de un compañero?

—Sí, pero no me quiero parar.

—Yo me imagino que no vas a dejar a Naomi ir sola pa allá.

Ella tenía un punto, Riki no iba a dejar que Naomi fuera sola, a lo mejor la chama lo caía a lepes si la dejaba sola para quedarse en su casa a dormir.

—No, ya me voy a arreglar.

Su hermana medio sonrió y se levantó de la cama.

—Arreglese pues, porque Naomi está en la sala.

—¿¡Qué!?

La pelinegra soltó tremenda carcajada con la reacción de su hermano, menos mal que el menor había dicho que sí iba porque ay de él si se negaba a ir, su hermana iba rapidito a llevar a Naomi al cuarto.

Salió del cuarto y dejó al chamito para que se vistiera. No tardó mucho en arreglarse porque tampoco es que estuviera tan vuelto ñame, además se había bañado hace rato.

Tomó su bolso, donde había metido que si un cuaderno que era solo el de metodología y salió de su cuarto caminando directico a la sala donde se encontró a sus dos hermanas con Naomi y  a su mamá hablando con el señor Lopez mientras lo esperaban.

—Te caíste de la cama, yo sé. —le dijo Naomi cuando lo miró llegar.

—Casi casi, ¿me ibas a levantar?

—Muchas ganas, pesas mucho y yo no tengo fuerza.

—Dices que no tienes fuerza, eso es otra cosa.

La pelirroja se levantó luego de abrazar a la hermana menor de Riki y lanzarle un besito a la mayor. Seguida de su padre y la madre del menor con la diferencia de que ellos se fueron hasta la puerta y la chamita fue hasta su amigo.

—Kevin me escribió.

—¿Qué? ¿Qué te dijo? ¿Por qué te escribió si nunca en la vida se dirigen la palabra?

La chamita se encogió de hombros.

—Ni idea, para ladillar seguro porque me dijo "que no se te olvide tu novio" y sabía que hablaba de ti porque los gafos del salón siguen con la mariquerita.

El más alto rodó los ojos con fastidio, no era la primera vez ni la última que los fastidiaban a ellos dos y la vaina era cansadita a veces. Deja de ser divertido como a la onceava vez que se lo repite alguien y ya el chistesito lleva más de once veces.

CURDOS Y MAREADOS ── ENHYPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora