27. Aventuras del grupito lacra en Bora pt1

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—¿De nuevo con regalos?

Sunoo sonrió dejando la bolsa sobre la mesa y se sentó al lado de su mejor amiga que andaba bien pendiente queriendo registrar los regalos de ahora.

—¿De verdad no dice quién los mandó?

—Me hago una idea... Pero a lo mejor soy yo cayendo en demencia.

—¿Quién? Cuenta nojoda, nunca me cuentas de tus culitos.

—¿Será tal vez porque no hay de eso en mi vida, Bárbara María?

—Nawebonada María, ahora sí me jodí yo.

El catire rió y vió que el regalo de hoy era un collar de oro con un dije de sol y justo una pequeña nota que decía "tal vez suene cursi pero si tú eres un sol entonces yo sería el girasol que sigue su rumbo en busca de su luz".

—¡QUE MARICO VALEEEEEEEEEEEE!

Sunoo saltó de coñazo tirándole una servilleta en la cara a la castaña que se había parado para leer la nota desde atrás de él.

—¡Si eres chismosa, nawara Barbie!

—¿Quién escribió esooo? Mariquiiiiiiiitoo

—Tch, no es mi culpa que a ti no te quieran, marica.

—Mierrrrda, con un admirador y ya me anda echando a los perros, a mí, a su adorada veci-amiga.

El chamito rodó los ojos y volvió a observar aquel papelito, suspirando como gafo al volver a leer la vaina bajo la ladilla de su mejor amiga que se andaba burlando de él por la cara de mariquito que puso, según ella.

Solo estaba intentando no caer, porque si se trataba de él, no sabía si era un juego o lo sentía en serio.

(...)

—¿Vas a Bora hoy?

Valeria miró raro a Heeseung quien andaba comiendose una bombombun, mientras terminaba de darle el vuelto a una niña que compró en la bodega.

—¿Contigo? Bicho

El castaño rodó los ojos y se inclinó frente al mostrador.

—Va Andreína también, que va a haber karaoke y vainas así finas.

—Pero vas tú, me infectas la vista, te vas a tener que disfrazar de mujer.

Heeseung bufó, raramente acostumbrado ya al amor odio de la chama.

—Deja el odio a los hombres.

—Jamáaaaaaas. —soltó mientras le ponía la mano al chamo en toda la cara y lo empujaba pa atrás.

—¿Vas o no?

—Seh, ahí veo como me voy.

—Te llevo, pendeja.

La catira rodó los ojos escuchando como la llamaba y se encogió de hombros como diciendo "haga lo que quiera, mijo"

—Buenas tardes...

—¡Hola! Hace tiempo no te veía por ahí —saludó Valeria alegremente a la chamita y Heeseung volvió a preguntarse porqué la cara de culo siempre era con él.

O con los hombres en general.

Pero bueno, es que: hombres.

—Sí, no quería salir mucho... ¿Me das medio cartón de huevos y una cocacola?

—Ya mismo, bonita.

La catira le sonrió y luego se alejó, abriendo la puerta del mostrador antes para que Andrés entrara y no se quedara afuera como cliente siendo que puro venía a joder. A veces sí compraba.

CURDOS Y MAREADOS ── ENHYPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora