30. Cajero confesionario y príncipes maricos.

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Eran las doce de la noche ya y en el apartamento de Sunoo Joel andaban los dos chamitos bien relajados en el cuarto. Sunoo lo había dejado quedarse, le había preguntado como mil veces que si estaba bien o si algo había pasado, pero cuando vió que el pelinegro evitaba hablar de la vaina decidió no preguntar más.

—Marico nawara 'e falsos todos en esa mierda, yo no sería ni amigo de Blair, ni amigo de Serena, ni amigo de un coño 'e madre nadie.

—¿No que te ibas a dormir mientras yo veía la serie?

—Bueno pues me quedé pegao viendo tanta falsedad.

Sunoo rió y se metió una papita a la boca, Sunghoon había pedido comida hace rato porque a él le daba flojera cocinar y casi lo hace comerse un pan duro de la nevera porque no tenía comida hecha, y bueno, el chamo terminó pidiendo un delivery.

—Ay yo soy fan de Blair, es iconic.

—¿Quejeso vale? Aparte de que no se valora porque todavía sigue siendo mejor amiga de la caraja que se acostó con el jevo suyo que ya no es su jevo.

—Usted no puede hablar de valorarse.

Sunghoon boqueó mientras lo veía y luego se volvió a acomodar para tomar de su vaso de refresco sin saber cómo responder a eso.

—Te ponché.

Sunoo se rió y volvió a voltearse hacia el televisor. Sunghoon por su parte ni siquiera se molestó, solo se le quedó mirando sonriendo como mariquito al verlo cagado de risa.

—¿Por qué te gusta tanto esa serie? De verdad todos son un dolor en el culo, puros pajúos ahí. —preguntó Sunghoon al salir de su ensoñación, cuando vió que Sunoo volvía a andar pendiente a la serie mientras se comía sus papitas.

—Me gusta el chisme, y literalmente esta vaina esta llena de chisme, demasiados giros en la trama.

—Si eres vieja chismosa, pelo barbie.

Sunoo se metió a la boca la última papita y le tiró la cajita vacía en la cara a Sunghoon.

—¡Ah no vale abusooo!

—Sigue, anda, sigue con lo de pelo Barbie.

—Me acuerdo que casi te lanzas del carro pa que te dejara de decir así.

—Sí, y ahora tú sigues, nawebonada de fastidioso.

Sunghoon se rió mientras tiraba la cajita de las papas hasta el pote de basura, encestandolo a la primera.

A Sunoo esa vaina le pareció bien atractiva, pero no lo iba a decir, imagínate decir "Mano, te viste hot lanzando la basura en el pote" no bro, medio raro, bien homosexualistico.

—¿Y qué temporada es esta hm?

Sunghoon ya se andaba arropando, quitandole parte de la cobija al catire, quien no se inmutó por andar viendo el televisor.

—La tres, faltan tres más.

—Ay no, ve esa vaina solo.

—Así no te voy a perdonar.

Sunghoon abrió la boca con sorpresa.

—¿Me estás chantajeando?

—Tómalo como quieras pues.

El pelinegro rodó los ojos con diversión al escuchar el tono arrechito de Sunoo y se pegó a él mientras pasaba su brazo por sobre los hombros del catire al tiempo que se recostaban en la cama.

A Sunoo se le iba a salir el corazón del pecho, de la boca, del oído, de la nariz, de la garganta, a ese carajito se le prendieron todos los sentidos cuando Sunghoon hizo eso.

CURDOS Y MAREADOS ── ENHYPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora