03. La caliweba de Jungwon Daniel

148 14 1
                                    

Jungwon no quería salir a tirar la basura.

Literal solo tenía que meterla a una puertica que había afuera de su apartamento, pero le daba tanta ladilla pararse de su cama.

Estaba viendo los estados de la gente a ver si veía algo nuevo.

En una de esas vió los estados de su compañero Riki, el chamo es pana y está con él en la vaina del proyecto. Quiso chismear un rato.

"Al fin le pude dar feliz año cara a cara a la ladilla de mierda esta." Así decía el estado, pero con un corazón y todo como para no ser maluco.

Era un video de una chama y Riki tomándose un shot de tequila. Riki arrugó esa cara como nunca apenas comió el limón con la sal, la pelirroja como si nada se tragó esa mierda.

Jungwon la conocía, Naomi López, fue su compañera desde que estaban en primer grado pero nunca se atrevió a hablarle, le daba como penita.

Igual no pelaba un recreo en el que no se acercara al menos a preguntarle la hora a la chama.

Siguió viendo los estados hasta que terminó y apagó el celular. Se volteó hasta quedar boca arriba en su cama y soltó sendo suspiro.

–Mijooo, cuidado te desinflas. –le dijo su hermana entrando al cuarto con una ponchera de ropa– Me voy en la tarde, te lavé la ropa, tú acomoda tu vaina y todo.

–Jennie, ¿puedes sacar la basura tú?

–Coño Jungwon si quieres te limpio los pañales también.

–Anda vale, que tengo flojera, yo doblo todo eso después te lo juro.

–Ta bien chico, yo saco la vaina, no fuera Sarahí para que veas como te zampaba una trompada para que aprendas a hacer tu vaina.

–Eso es mentira, ni una he recibido en toda mi vida.

–Coño porque eri un consentido. -la chama corrió hasta la cama para apretarle los cachetes- ¿Quién es el bebito de la casa? ¿Quién?

–Quejeso vale, la bebé es Pati.

–La bebé, pero tu eres el bebé, mi cooooosita.

Casi le arranca un cachete.

Luego de molestarlo un rato más, la mayor salió del cuarto del chamo para ir a sacar la basura, dejando al pobre niño con los cachetes rojos y una caliweba tremenda.

(...)

–Mmm ¿qué hora es?

Riki se quería pegar un tiro.

–Las ocho de la mañana, ahora párate que tienes que comer.

El chamo se dió todo un revolcón en el colchón y se volvió a arropar.

–¿No te da vergüenza? Casa ajena y usted ahí dándose un postín.

El chamo se quitó la sábana de la cara para ver raro a la pelirroja.

¿Casa ajena? Nojoda, la casa de Jake es como la casa de los tres chico, ¿Qué habla la loca esa?

La vaina cambió cuando vió una de las paredes del cuarto llena de discos. Mierda, eso no es de Jake.

–Vergación ¿dónde estamos? ¿Es tu casa?

–Claro que sí corazón, porque yo llamé a mi papá para nos buscara cuando ustedes estaban ¡curdos!

–Mira mamarracha no grites que te escoñeto la jeta.

–Mira tú, ayer estabas bastante amorocito, párate de ahí, webon.

CURDOS Y MAREADOS ── ENHYPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora