18. Pájaros habladores y un clóset transparente

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—Jake ten cuidado, por Dios.

Lili le quitó el delineador de prueba antes de que se sacara un ojo intentando hacerse un "ojo de gato" según él.

—Maaaar no seas así, yo me quería hacer una línea de esas que te haces tú a cada rato en el ojo.

—Ven acá.

La caraja le hizo una seña para que se bajara un toque y él le hizo caso, poniéndose a su altura. Iba a cerrar los ojos pero la castaña negó rapidito indicándole que los dejara abiertos.

Quedaron unos segundos bien cerquita, Jake notaba que la chamita parecía estar temblando mientras le hacía el delineado, también podía observar como sus cachetes estaban rojitos, ya se había acostumbrado a que la chama fuera así de nerviosa, por lo que dejó que se le escapara una sonrisita mientras la chama lo maquillaba.

—¿Será aprueba de agu...?

—No hables que la cago.

Jake cerró la boca.

—Y... ya, listo.

Al terminar los dos ojos la castaña se alejó con rapidez y le ofreció una sonrisita antes de colocar el delineador donde estaba para continuar comprando.

—Heeey, 'toy es bello.

—Mjm.

—Maquillas lindo, ¿has considerado dedicarte a eso?

—¿Profesionalmente? No, no, pero sí admito que me gusta. —Comentó guardando otra paleta de sombras en su cestita.

Ah, contexto de la situación:

Lili se estaba quejando con Jake porque Sunoo no podía acompañarla a comprar maquillaje cuando antes le había dicho que sí podía, y el catire de una le dijo que él no tenía problemas de ir con ella a comprar. Así de fácil es como terminaron los dos juntos en una tienda de cosméticos.

—Lili~ —canturreó.

Vió como la castaña reprimió una sonrisita y se volteó a verlo.

—Dime, Jake~

—¿Quieres ir a mi casa ahorita después de comprar?

Parecía que a la chama se le había bajado la tensión o algo porque lo miró como nerviosa, cosa normal, por lo que se apresuró a completar la invitación.

—Viene Nao, vamos a ver películas.

—Oh... ¿Pero no es algo de ustedes dos?

—Sí, pero te estoy invitando, a ella no le va a molestar.

—Ah, entonces supongo que está bien... ¿Seguro que no le va a molestar?

—Segurísimo.

El catire sonrió y la chama imitó su sonrisita antes de continuar la compra. Se quedó observando a la contraria comprar su maquillaje, dándole su opinión sobre algunos tonos de labial o de sombra, hasta que tuvo todas las cosas que necesitaba y fue a pagar con la compañía del rubio. 

(...)

—Durísimo.

Riki comenzó a "mostrar sus músculos" en frente de Sunoo porque según con eso le pagaba lo que iba a comprar.

—Durísimo va a ser el coñazo que te voy a dar, comportate chico.

El menor suspiró rendido y le pasó la tarjeta para poder pagar todo. Sunoo terminó de darle la bolsa y apenas él estuvo libre una de sus compañeras tomó su lugar y el pobre salió casi saltando de la caja.

CURDOS Y MAREADOS ── ENHYPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora