CURDOS Y MAREADOS ── ENHYPEN

16. Recuerdos misteriosos y el besador desconocido.

—Ah vaina pues.

Sunoo rodó tanto los ojos que de vaina no le llegaban a la parte de atrás del coco. Sunghoon por su parte sonreía divertido por las reacciones del chamito cada que lo veía.

—Bárbara me dijiste que te acompañara nada más, me voy pirando.

—Falso, falsedad, te pedí que te quedaras.

Era cierto, pero Sunoo no sabía que la compañera con la que se reuniría Bárbara era la hermana menor de Park Sunghoon.

—Ya vale, ¿no habíamos quedado en que me perdonabas por ser rata?

—Te dije que igual no me interesaba conocerte para saber si eres o no rata.

—Metanse lengua y corten la arrechera. —Dijo Bárbara levantándose del mueble junto con Camila la cual se rió por la cara de ponchado de su hermano, el cual parecía haber desbloqueado un recuerdo y la cara de asco que había puesto el pelirosa.

Los dos se quedaron en silencio viendo a las chamas irse y se voltearon a verse las caras de pendejos que tenían.

—Coño... Clarooo, ya decía yo que no era normal tanto odio.

Sunoo lo miró confundido pero se timbró, cagado de que el mayor en serio recordara algo, ¿pero qué tanto cague le daba un recuerdo?

—¿Fue día de nuestra fiesta de promo? Que andaba curdo, tú andabas por ahí, te dije alguna cagada seguro desde ese día.

El pelirosa sí recordaba ese día pero prefería no hacerlo.

—No dijiste ninguna cagada.

—Entonces no me explico la arrechera.

—Ya bueno, Sunghoon, ya está bueno. No estoy arrecho.

Sunghoon alzó las cejas un poquito inconforme con esa respuesta, pues, había sonado super arrecho.

—¿Segurito?

—Conchale pero es que tu nojombre.

El pelirosa chasqueó la lengua y se recostó en el mueble con arrechera.

—Yaaaa, está bien, te creo. Entonces hagamos algo mientras las chamas andan juntas.

—Mmm... ¿Qué hacemos?

—¿Quieres comer algo?

Tal vez no sería tan malo darle una oportunidad a Hoon de ser panas. Pensó Sunoo.

Seguro no pasaría nada malo. Eso esperaba.

(...)

—Gigi nawara ¿Aún sigues pensando en eso? Ya pasó como tiempito —Preguntó Yunjin mientras salían de la casa de una de sus amigas.

—Es que chama, te juro que fue un chamo bello.

—Ni siquiera recuerdas quién fue.

—Bueno pero usted si jode a la criatura. —soltó Sakura, la amiga de la catira, dándole sendo lepe— Siga hablando, corazón.

—Es que muy en lo profundo de mí ser, siento que...

—Eso es un peo, quejeso que en lo profundo de tu ser, rolo e gay.

Sakura le volvió a meter un lepe a Yunjin.

—¡Bueno coño e la madre contigo, gocha!

—¡A mí no me venga a gritar así, falta de respeto! Que yo si me aguanto sus guayabos cuando le corta alguien, deje de fastidiar.

Sofía decidió seguir caminando lejitos de las dos asiáticas que estaban que se caían a coñazos. La vaina es que un pelinegro de vaina no se le cae encima y la escoñeta.