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Kaia

Había despertado hace unos minutos, y desde que desperté no le había hecho caso a ninguna de las chicas en la habitación.

Solo me había quedado mirando la blanca pared del hospital recordando todo lo que había pasado con Emmet.

-¡Kaia!- el grito de Sofía me hace volver a la realidad.

-¿Qué?-

-¿Cómo te sientes?- solo reí por su pregunta.

-¿Cómo te sentirías tú, si el enemigo del hombre que te viola te intenta violar y al no lograrlo te apuñala dos veces?-

Las demás chicas que estaban en la habitación se quedan calladas, Sofía les hace una señal para que se vayan de la habitación.

Pero ellas no hacen caso, me fijo en su rostro, tenía una mueca de tristeza. Estaba a punto de decirme algo malo.

-¿Dónde está Tom?- sentía que él tenía algo que ver con sus miradas tristes.

-El...-

-El está en casa con Lucía.- Maddy fue la que se atrevió a hablar.

-Oh...- sentía una opresión en el pecho cuando dijo aquello.

-Pero hay algo más.-

-¿Qué cosa?- las tres se miran entre sí.

-Emmet te clavo aquel cuchillo en un lugar específico.- no entendía nada de lo que Mar me estaba intentando explicar. -Lo que quiero decir es que... perdiste a tu bebé, Kaia.-

Aquello me dejó paralizada y confundida, yo no podía haber estado embarazada, me hubiera dado cuenta.

De seguro es mentira, yo nunca había estado embarazada antes y eso que algunos clientes no se cuidaban.

-Eso es mentira.- mi voz sale tan bajita.

-Kaia...-

Sofia me abraza y en ese momento me permito llorar, no podía creer lo que me acaba de decir.

Y lo peor de esta situación es que Tom estaba con Lucia, aquella niña de la cual yo me había estado preocupando.

-Me quiero ir de aquí.-

-El doctor dijo...-

-¡Me importa una mierda!, me quiero ir, no soporto estar aquí otro momento más.-

...

No había sido difícil convencer al doctor de que me dejara ir, una de las chicas solo tenía que darle algo de dinero y yo ya estaba de camino a casa.

Kaia!- volteo y me encuentro a Gustav viniendo a mí con sus brazos abiertos.

-Gustav...-

Al de lentes se le olvida que estoy herida y me abraza con fuerza lo que me saca un gemido de dolor.

-Lo siento.-

-No te preocupes, solo quiero dormir.-

Ninguno dice nada, pero sabía que querían que no fuera a la habitación. Hasta la sala de estar se podían escuchar los gemidos de Tom y de Lucía, no era tonta, sabía que a ella no la estaba abusando como a mí.

𝖬𝗒 𝗐𝖾𝖺𝗄𝗇𝖾𝗌𝗌「𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora