𝖬𝗒 𝗐𝖾𝖺𝗄𝗇𝖾𝗌𝗌「𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛 」

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Kaia

Me había costado, pero finalmente me di cuenta de que todo lo que pasó fue un sueño.

Yo seguía viva y en el hospital, por inercia mi mano baja hasta donde está la herida y ahí estaba. Creía que todo había sido un sueño, pero me di cuenta de que solo cuando intenté suicidarme.

No me atrevía a despertar a Sofía, se veía que estaba cansada por lo que aún con mil dudas en mi cabeza no la despertaría.

Hay una gran posibilidad de que el tema de yo estar embarazada sea solo parte del sueño, que no sea real. Pero había algo dentro de mí que decía que tal vez sea cierto.

Mi cabeza daba mil vueltas, tantas cosas que habían pasado en tan poco tiempo. El que Tom se fijará en mí, en el violándome constantemente, las muertes de esas personas, yo volviendo a matar a alguien, Emmet secuestrando me.

Un movimiento a los pies de la cama me sobresalta y veo a Sofía ya despierta, ella aún adormilada se levanta y se me lanza encima.

-¡Estás despierta!- grita en mi oído una vez me abraza.

-Y tú me estás asfixiando.- automáticamente me suelta.

-Lo siento.-

-No tienes de que preocuparte, mejor dime si ya me puedo ir de aquí. No me gustan los hospitales.-

-El doctor dice que tienes que quedarte unos días más, pero puedo hacer unos arreglos y que te dejen ir antes.-

-Eso me gustaría mucho.-

Ella toma mis manos y me queda viendo a los ojos, sabía que quería decir algo. Lo primero que se me viene a la cabeza es mi sueño, no sabía si en la vida real podría resistir una noticia como está.

-¿Qué sucede?-

-Kaia, hay algo que debo decirte.-

-¿Es algo malo?, porque si lo es no quiero escucharlo.-

-Para algunas personas es algo bueno, pero para nosotros no se. Kaia tú... estás embarazada.-

-¿Qué?- creía que diría que lo había perdido, tal y como en mi sueño. Pero no fue así.

Ella asiente y fija su mirada en mi aún plano vientre, mis manos van directo a ese lugar y mis ojos se llenan de lágrimas.

Siempre creí que nunca tendría hijos por el estilo de vida que llevaba, creía que moriría joven por alguna enfermedad sexual que algún cliente me contagiará.

Pero ser mamá nunca estuvo en mis planes, pero lo peor es que no sabía si Tom sabía o cómo reaccionaría.

-¿Tom?-

-Él ya lo sabe. Nadie sabe su reacción, solo que se ha encerrado en su habitación con una chica.-

-¿Qué chica?-

-Nadie sabe.-

A mi cabeza una chica rubia se venía, no sabía si era lo que realmente lo que sucedía. Podía ser Lucía o podría ser alguna otra.

...

Tal y como Sofía dijo, hizo sus trucos y el doctor me dejó venir a casa. Aunque no sabía si llamarle casa o no a este lugar.

La mayoría de mis desgracias y traumas habían sucedido en este lugar. Aún así entre y lo primero que siento es que dos pares de brazos me rodean.

-¡Estás despierta!- ambas chicas gritan en cada uno de mis oídos.

-Viva y con buena audición, no es necesario que griten.-

-Lo sentimos.- ambas se separan de mí.

-No se preocupen, solo quiero dormir.-

-Pero acabas de despertar, Kaia.- una tercera voz se nos une.

-Gustav...-

El chico corre a las chicas de un manotazo y me abraza lo más fuerte que puede, no puedo evitar soltar un quejido por la fuerza del abrazo.

Había estado tres días dormida por lo que Sofía me dijo, mi herida había sanado en un 45%, pero que aún necesito reposo para que sane al 100%.

En especial ahora que no puedo hacer tanto esfuerzo por mi condición, no sabía si los chicos también lo sabían o no. No sabía si contarles o que hacer.

Pero sabía que cualquiera sea la decisión que Tom tuviera decidida no me importaría a menos que sea la misma que la mía. Conservar al bebé.

-¿Cómo te sientes?, ¿sientes náuseas o algo?-

-Siempre se me hace raro creer que eres alguien peligroso cuando te preocupas así por mí.- ambos reímos.

-Ahora intentaremos ser menos peligrosos, ya sabes por mi sobrino o sobrina.-

Ambos volteamos y vemos a Bill y Georg llegar a la sala.

-Me alegra que estés bien Kaia.-

-Gracias, pero estaría mejor si me pudiera ir a dormir.-

Apenas digo aquello un fuerte gemido llega a los oídos de todos, nadie dice nada. Sabía que era Tom con la misteriosa chica que tiene ahora, solo esperaba que no fuera Lucía.

No dejo que nadie diga nada y camino hasta las escaleras que dan al segundo piso, sentía como alguien me seguía y al dar media vuelta me encuentro a Sofía.

Sin importarme nada, camino hasta un mueble al final del pasillo y desesperadamente busco la llave de la habitación.

Al encontrarla me dirijo de nuevo a la puerta. -No hagas esto Kaia, él te matará. Le valdrá mierda si estás o no embarazada de su hijo.-

-¡Me importa una mierda!-

-Creí que lo odiabas.-

Volteo a verla, ella tiene razón. Pero ni siquiera yo sabía, tal vez en el fondo había empezado a desarrollar sentimientos por él y está era la forma en la que lo manifestaba, aún así ignoro todo y vuelvo a mi trabajo de abrir la puerta.

Ellos no se dieron cuenta de que entre a la habitación, con cuidado y en silencio me acerco al pantalón de Tom que se encuentra en el suelo y tomo su arma.

-¿Así que mientras tu hijo y yo luchamos por seguir vivos, tú te coges a una puta?-

Ambos voltean, Tom tenía un semblante enojado por la interrupción y la chica desconocida se asusta. Se aleja de Tom y comienza a vestirse bajo la mirada mía y el arma apuntando a su cabeza.

-¡Suelta el arma Kaia!-

-¡Cállate maldito imbécil!- me agachó y le lanzó su ropa a la cara.

-Kaia es mejor que nos vayamos, no te hace bien esto.- Sofía intenta llevarme del brazo, pero me suelto.

-¿Cuál es tu nombre?- le digo a la chica ya vestida.

-Camila.-

-Hola Camila, adiós, Camila.- mi dedo aprieta el gatillo y su sangre llena todo el lugar.

Tom seguía sentado en su lugar, pero ahora vestido. No tenía ni puta idea de dónde había sacado el valor de hacer todo esto. Tal vez eran las hormonas de las que el doctor me habló.

-Traes a otra puta y le irá igual o peor que a ella.- el solo sonríe.

-Me dejas sorprendido Kaia, nunca lo imaginé de ti.-

-Tú no me conoces Tom, solo sabes lo que yo te dejo saber.-

Le lanzó el arma al regazo y me doy media vuelta tomando el brazo de Sofía para irnos de allí.