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Kaia

Sentía como todos me miraban y eso me ponía nerviosa, no tenía idea del porque así que solo seguí comiendo mi desayuno.

-¿Qué se supone que es eso que comes?- volteo y veo a Maddy con cara de asco ante mi desayuno.

-Desayuno.- digo algo obvia.

-Si ya lo sabemos, es solo que...-

-Se ve asqueroso.- Tom la interrupción llegando a la cocina.

-Lo siento su majestad, pero a las embarazadas nos dan ganas de comer cosas raras. Si tienes alguna queja dile a tu puto pene violador.-

Tom solo se me queda viendo, me sorprende el que no diga nada, aun así, sigo comiendo mi desayuno hasta que veo como Enzo entra y con su mirada me apunta el jardín. Todos seguían mirándome, pero aun así lo seguí hasta donde me indico.

-¿Tienes lo que te pedí?-

-Aquí esta.- por su mirada me di cuenta de que sea lo que sea que dice ese sobre no es nada bueno.

Con apuro abro aquel sobre blanco y lo que leo me deja completamente helada que mi plato de comida termina en el césped del jardín, sentía que vomitaría en cualquier momento.

-Gracias, ya te puedes retirar.- el asiente y se va sin decir nada más.

Me quedo en el jardín unos minutos más tratando de procesar todo lo que esa carta dice, no podía creerlo. Sabía que Lucia ocultaba algo, pero no creí que fuera algo como esto.

Decido salir de mi sorpresa y dirigirme directamente a la cocina con la esperanza de encontrar a Tom ahí otra vez, pero solo están las chicas.

-¿Tom?-

-En su habitación.-

Sin dejar que me hagan alguna pregunta casi corro hasta el segundo piso donde se encuentra su habitación.

Agradecía mentalmente que en los últimos días no había traído a ninguna chica más, si veía sangre otra vez terminaría vomitando.

La llegar a la puerta de su habitación, la toco, peor no hay respuesta así que sin importarme que me regañe o golpeé más tarde entro.

Él estaba acostado y a su lado veo una cabellera castaña, mi corazón en ese momento dolió, pero no me importo. Solo quería darle la carta y que el supiera que tipo de personas trabajaba para él.

-¿Qué mierda sucede contigo?- me toma del cuello atrapándome en la pared.

-N-no respir-ro...- me suelta.

-Sabes muy bien que no puedes entrar sin tocar.-

-Creí que ya no verías a más chicas.-

-No tengo porque hacerte caso.-

-Tom..-

-¡Vete!- él hace un movimiento de querer acercarse y yo retrocedo.

-Se que solo me acorralaras en la pared y luego me soltarás, desde que te enteraste de mi embarazo has calmado tus golpes un poco.-

Lo veo sentarse en la punta de la cama mirándome fijamente, mi vista se va por un momento a la chica castaña de la cama la cual aún con el grito de Tom no se despertó, pero es entendible al ver las jeringas que hay en el mueble a un lado de la cama.

-Lo creas o no, el bebé que llevas en ese vientre me importa.-

-¿Y yo?- tenía miedo de hacer esa pregunta, pero quería quitarme la duda.

Desde hace días había yo había aceptado mis verdaderos sentimientos por él, sabía que aún cuando el solo me había golpeado, violado y muchas cosas mi corazón había comenzado a latir solo por él.

-Tú eres mi mujer.- esas palabras me hacen olvidar todo, incluso el motivo del Porque había venido a su habitación. Pero, aunque me llenaban sus palabras no eran suficientes.

-Yo te amo...- creí que al admitirle mis sentimientos el diría algo más.

Pero solo me toma del brazo y me acerca a la chica aún dormida en su cama, le quita las sábanas de encima y es en ese momento cuando veo no a una mujer si no que a una niña.

Su cuerpo pequeño, se veía incluso menor que yo.

-¿Qué le hiciste?- me suelto de su agarre y dejo aquel sobre en su mueble para acercarme a la niña.

-No te puedes enamorar de alguien como yo, Kaia.-

-¿Qué...?-

-Se llama Dione y tiene 13, la misma edad que tenías tu al llegar a mi club. La misma edad que tenías cuando me llamaste la atención.-

Tom

Tomo a Kaia de sus mejillas para que me vea directo a los ojos, ella no podía enamorarse de alguien tan enfermo como yo.

-Ella no quería, pero use droga en ella.- sus ojos se llenan de lágrimas.

-No, no, no.- mueve su cabeza frenéticamente en negación.

-Soy un monstruo, un enfermero que no merece tu amor Kaia.-

Mi agarre en ella se hace más débil y ella aprovecha eso para escapar, la vi salir de la habitación llorando.

Volteo y veo a la niña en mi cama que ahora está muerta.

-¡Bill!- le gritó a mi hermano desde la puerta de la habitación.

Pocos segundos después el aparece, su mirada va directo a la cama donde ve a la niña muerta en ella.

-¿Cuántos años...?-

-13.- él se sorprende.

Ambos sabíamos que mi fijación por Kaia había empezado cuando ella apenas llegó al club, sabía que ella era una niña de 13 años. Me había resistido a ella por dos años, pero ya no podía más.

Pero cada vez que llegaba una niña nueva de su antigua edad al club, no me podía resistir a pensar que era ella.

-Ya vienen a por el cuerpo.- Bill me saca de mis pensamientos.

-Me voy a vestir.-

Me dirijo a mi closet y comienzo a vestirme, al volver lo encuentro con un sobre blanco entre sus manos. El mismo que Kaia tenía cuando entro a mi habitación.

Se lo quito de las manos y comienzo a leer lo que decía, creía que era una carta de ella. Pero a medida que voy leyendo mi rabia y enojo aumentan.

-Busca a Georg y Gustav. Los quiero en menos de 5 minutos en los autos.- sin más me voy.

Voy hasta la habitación de Kaia donde sin importarme su grito de que me vaya la tomo del brazo y la llevo conmigo al auto.

Veo a los demás esperando por nosotros.

-Síganme.-

Ellos asienten y me siguen, Kaia no dijo palabra alguna. Ella vio el si te en mis manos así que sabía el porqué de mi enojo.

-¿Hace cuánto lo sabes?-

-Cuando Enzo llegó, el me entrego eso.-

-¿Por qué?, creí que esa niña era como alguien importante para ti.-

-No siempre hay que confiar en la gente, Tom.-

Seguí conduciendo hasta llegar al club donde todas las chicas se quedaban viendo cuando íbamos entrando.

En especial a Kaia quien ahora tenía un estómago más abultado.

-¿Dónde está Lucia?- le pregunto a una de las chicas de allí.

-Se fue...-

-¡Carajo!- en un arrebato de rabia le doy un disparo en la cabeza.

Kaia y yo nos quedamos casi bañados en la sangre de esa puta, poco después los chicos llegan y ven a la chica en el piso muerta y a mí con cara de querer matar a todo el puto mundo.

-¿Qué sucede?, ¿Por qué la matas?-

-Lucía es hermana de Emmet.-

Dice Kaia por mí, mi enojo era tanto que no podía ni hablar. Decido dejar a los chicos atrás y correr hasta mi auto, sabía de un lugar donde podría encontrar al maldito desgraciado.

𝖬𝗒 𝗐𝖾𝖺𝗄𝗇𝖾𝗌𝗌「𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora