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Kaia

Qué hora era, no tenía ni la menor idea. Qué día era, tampoco tenía idea.

Lo único que sabía, era que está había sido la mejor siesta en meses. Los niños tenían ya 3 meses y recién ahora están con sus horas de sueño establecidas.

Así que, al abrir mejor los ojos, veo la hora y me dijo que han pasado demasiadas horas desde la última vez que los bebés se despertaron.

Con desespero me levanto y voy a su habitación, mi sorpresa fue cuando veo a Tom frente a las cunas de los bebés, estaba bailando. No pude contener la risa, logrando que el mayor se diera cuenta de mi presencia.

-No te rías, solo trato de que no lloren.- al igual que en mí, su voz y rostro muestra el cansancio.

-Lo siento, pero es gracioso verte bailar de ese modo. Además, lo más seguro es que deben de tener hambre.-

Me acerco a Tom y le doy un beso en sus labios, antes de acercarme a la cuna de Nick y tomarlo en mis brazos, me siento en la silla especial para estas cosas.

Comienzo a alimentarlo, mientras Tom toma a Elena entre sus brazos para que no llorase, a decir verdad, se ve sexy con la bebé en sus brazos.

-No debería, pero siento envidia de mi propio hijo.- otra vez no pude evitar reír.

-Deben de comer, y de los dos, es Nick quien toma más leche.-

Era cierto, desde que nacieron, fue Nick quien ha estado tomando más leche que su hermana.

-¿Has pensado en lo que te dije?-

-Creo que es mala idea.-

Tenía mi mirada puesta en mi pequeño, no quería mirar a Tom sabiendo que si lo hacía lloraría.

-Yo creo que es buena idea.-

-No quiero irme, Tom. Estar aquí, con los demás es estar seguros, significa que nuestros hijos también lo están.-

Hace unos días atrás, Tom me había propuesto irnos a vivir solo los cuatro, el solo pensarlo me aterraba. Odiaba estar sola, y ahora mucho más, Emmet seguía suelto por ahí, y ahora no solo somos Tom y yo.

-Estando lejos, también estaríamos seguros, nuestros hijos también lo estarían.- en ese momento con el mayor cambiamos de bebés, para yo alimentar a Elena y el hacer eructar a Nick.

-¿Qué pasaría si tú estás trabajando y de sorpresa llega Emmet?- el que el rubio estuviera todavía por ahí, me aterraba.

-Tendrás seguridad, tendrás hombres que te cuiden.-

Lo veo arrodillarse con cuidado frente a mí, con una de sus manos sostiene a Nick y la otra busca la mía, le da un apretón y luego un beso.

-Lo siento, pero no. Hace poco abriste un nuevo club, aquí y te la pasas trabajando. Agradezco mucho la ayuda, pero no siempre será así.-

Le doy una sonrisa triste, indicando que no quiero volver a hablar del tema. Tom entiende a la perfección y sigue con su trabajo de hacer eructar a Nick. Nos quedamos en silencio hasta que cada uno termina.

El de trenzas deja al bebé en su cuna, mientras ahora soy yo quien le saca los gases a Elena, no pude evitar soltar algunas lágrimas.

-Kaia...- elevó la mirada y veo a Maddy parada en el marco de la puerta.

Se acerca y toma a Elena entre sus brazos, es ella quien toma mi lugar en hacerla eructar, mientras yo me hago bolita en la silla mientras lloro como si de una niña se tratara.

𝖬𝗒 𝗐𝖾𝖺𝗄𝗇𝖾𝗌𝗌「𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora