Cute and clumsy alpha ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO IX

Durante toda su clase Jeongin estuvo ansioso por su próximo encuentro con Hyunjin, tan así que pensaba de qué manera podría sorprender al alfa.

Su omega se sentía muy feliz por lo poco que Jeongin accedió a dejarlo tomar el control, y lo hacía cuestionarse de que si lo hacía sentir tan bien ¿por qué no lo hacía más seguido?

Podría darle alguno que otro gusto a su alfa, le gustaba ver la cara que este ponía, su sonrisa cuadrada y la felicidad que desprendía en su aroma cuando Jeongin hacía el más mínimo gesto como tocarlo.

Cuando finalizó su clase salió del instituto con una idea en mente, la heladería, donde compraría para su alfa la malteada de banana y frutilla que a Hyunjin tanto le gustaba y se compraría una también para por fin probarla.

Estaba con las dos malteadas fuera del aula de Hyunjin cuando cayó en la cuenta de lo que estaba haciendo. Le estaba por hacer tomar la malteada que tenía el sabor de SU aroma. ¿Sería esa una insinuación sexual?

Si, si, siiiiii.

Saltaba de alegría su omega, pero Jeongin no podía permitirlo, no quería que Hyunjin mal interpretarse su gesto y rápidamente comenzó a buscar un lugar en donde poder derramar ambas malteadas, pero ya era tarde, Hyunjin ya estaba saliendo de su aula con una muy grande sonrisa al verlo a él afuera.

—Jeongin— exclamó mientras se acercaba, el pasillo de repente se inundó de un aroma a madera, tierra mojada, pasto, hojas secas.

Mmm...

Su omega soltó un gruñido, suerte para él que Hyunjin no se encontraba cerca para oírlo.

—¿Compraste malteadas? —pregunta cuando ya está a su lado y el omega asiente y se la tiende —¿LA QUE TIENE TU SABOR?

Hyunjin preguntó eso último con los ojos y la boca abierta, la expresión más aniñada que Jeongin había visto en el alfa hasta ahora.

Jeongin casi hipnotizado por les encantas del alfa asintió con una pequeña sonrisa en la boca.

—Gracias, gracias, gracias— dijo dando pequeños saltitos mientras ambos tomaron rumbo a biblioteca.

Jeongin no podía despegar sus ojos de él, era tan placentero verlo disfrutar tanto de su malteada. SU sabor.

El alfa cerraba los ojos con cada trago que daba, soltaba leves gemidos y hasta casi podía oírlo ronronear. A Jeongin se le infló el pecho de orgullo y continuó viéndolo todo el camino, feliz de saber que ese era el efecto que su aroma tenía en el castaño.

—¿No vas a tomar tu malteada? —le pregunta a Jeongin mientras abre la puerta a biblioteca.

Este no se había dado cuenta que tenía su licuado sin tocar, por lo que avergonzado de haberse distraído tanto tiempo viendo al alfa lleva el sorbete a la boca y da el primer trago.

Puag...

No puede evitar que el rostro se le arrugue del asco ¿en serio ese era el sabor de su aroma? Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo y sintió ganas de vomitar. La banana y la frutilla eran una muy mala combinación.

—¿No te gusta?

—Dios no, es lo más asqueroso que probé en mi vida.

—¿Me lo das? —pregunta el alfa con los ojos ilusionados, ya que se había terminado muy rápidamente su malteada. Jeongin asiente y se la tiende cuando el alfa felizmente la toma y luego mira preocupado a Jeongin —¿tú no vas a comer nada?

—No tengo hambre, tranquilo, solo lo compre para ti.

Hyunjin parece no muy convencido —¿quieres que te busque de otro sabor? —Jeongin niega con la cabeza —¿quieres que te compre un pote de banana milk y tus galletas?