Capitulo 18

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— ¿Para qué querías verme, madre?

— Te tardaste una eternidad ¿dónde estabas, Jennie?

— Estuve por lugares exóticos y divertidos. No entiendo tu interrogatorio, entiende que ya tengo la edad suficiente para ir a donde sea sin darte alguna explicación.

— Mientras vivas en mi casa, tengo que saber a dónde vas.

— Como sea, pero ya debes entender eso madre.

— Lo único que no entender es ¿por qué te estás viendo con el prometido de Hannah?

Jennie se tensó, pero trató de disimularlo. Nadie podía saber que es amante de King, por ella no era un problema, pero para él sí que lo era, ya que es un hombre que todos lo tachan como buen hombre y tener un escándalo de ese tipo, su carrera y todo lo que había construido todos esos años, se vendría abajo.

— No sé de qué estás hablando.

— ¿No lo sabes? — preguntó con sorna — Mis guardaespaldas te siguieron, quería saber dónde te la pasabas todo el maldito día, y ahora puedo comprender todo. Tu guardaespaldas dijo lo mismo, y no ha sido una sola vez, sino que son muchas veces que vas a su departamento o lo visitas en su oficina — sacó las fotografías de la carpeta verde que tenía en sus manos.

Jennie se quedó pasmada al ver las fotografías. Tenía que inventarse algo para que su madre no se entere de su amorío con él, lo bueno es que solo había fotografía de ella entrando al edificio, versiones de los guardaespaldas  y no con otras pruebas que lo comprometían de más.

— Me lo vas a explicar ahora mismo qué hacías en el departamento del Comandante King.

— Lo qué pasa es que necesitaba asesoría en cuanto la administración de las empresas. A veces no logro entender lo que dicen en clases y pensé mucho en King, él sabe mucho sobre la administración y me ha estado ayudando demasiado en estos meses. Por eso he ido a su oficina para tomar clases particulares, y en ocasiones me toca ir a su departamento o a la mansión. En serio, no estoy haciendo nada fuera de lo común.

— Entonces ¿por qué no me lo dijiste antes?

— Porque no quería molestarte con algo así.

— Espero que me estés diciendo la verdad, Jennie.

— ¿Para eso me llamaste?

— Por una parte fue eso, y solo te digo que cuidado con King, es el prometido de esa niña y es el futuro que le dimos para que nosotras tengamos la fortuna completa.

— Ahora entiendo, creo que tú hiciste todo lo posible para que ella se casara y tenerla lejos de la fortuna — Nancy sonrió ladina — Eres una cajita de sorpresa mamá.

— Uno debe hacer muchas cosas para obtener lo que quieres — se cruzó de brazos — Yo hice esa fiesta para que alguien se interesara en ella, no me importaba cuantos años tendría, lo importante es que se la lleve. Bueno, por lo menos se la llevo alguien no tan viejo — se burló — Lo único que falta es que ese viejo se muera lo más pronto posible.

Ella no tiene nada que ver con esta familia.

***

El azabache acariciaba la melena rubia de Hannah mientras ella dormía cómodamente. Pensaba en todo lo que se había enterado, en las palabras que salían con tanto desprecio de su supuesta hermana, y la forma tan cruel como la usaban.

Su mirada bajó hacia su rostro. Era tan angelical, su piel a pesar de estar un poco descuidada, aún se podía sentir suave y delicada. Sus ojos estaban hinchados, ya se imaginaba las noches que lloraba por esa cruel vida llena de humillaciones y abusos por parte de su familia y de la persona que estaba a punto de casarse.

La debilidad de un convicto (Tercera Trilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora