La debilidad de un convicto (Tercera Trilogía)

Capitulo 29

Coner estaba desconcertado con lo que acabó de ver hace unos minutos. Todo su alrededor estaban con un humor indescriptible después de ver como aquellas personas escaparon en un automóvil que ni siquiera había placas.

Pero él alcanzó a ver a la persona que conducía el automóvil.

— Los oficiales que están en esa zona, nos dicen que no ha pasado ningún vehículo con esas características.

— ¿Y por los otros lados?

— Tampoco...

Ante la vista de todos, el Comandante estaba desesperado y a la vez enojado por no tener respuestas suficientes de lo que realmente pasó en ese lugar y que los sospechosos escaparon en un automóvil y no se sabía su paradero. Coner lo miraba fijamente, notando sus expresiones y sus acciones, pero su cabeza más estaba con confusión de lo que acabó ver que por el Comandante.

— Comandante, nos acaban de informar que encontraron un vestido destruido en una funda de basura que estaba a unos metros de la cabaña. También encontraron un condón.

— Debe confirmar si ese vestido es de su prometida o no, porque es un vestido de novia. Y con lo encontramos en el interior de la cabaña, tal vez fue violada.

El Comandante se dirigió con los uniformados al lugar donde encontraron aquella funda con el vestido en su interior. Unos minutos después, se acercaron con los demás oficiales quienes tenía a su alrededor una cinta policial donde encontraron la funda y a unos metros había otra cinta alrededor de la cabaña.

El forense dirigió al Comandante hasta la funda y fue el mismo quien lo abrió para sacar el vestido. Cuando el forense sacó el vestido, el Comandante miró detalladamente el vestido casi destruido en su totalidad.

Y efectivamente.

Era el vestido de Hannah.

— Si es de ella. Necesito que investiguen, puede haber huellas en el vestido y en ese condón que encontraron. Quiero el nombre y apellido del maldito que le hizo esto, y sobre todo que las unidades policiales se desplacen a los sectores cercanos de la ciudad. ¡Ahora!

El Comandante siguió su camino, Coner se quedó viendo como King se retiraba del lugar y antes de que entrara a su camioneta, miró una sonrisa ladina en su rostro.

¿Qué esconde Comandante King?

— Agente Coner — el oficial lo llamó para que subiera a la camioneta.

Coner tenía algo en mente e iría acabar con esa duda que creció en ese momento al reconocer a su abuelo ayudar a los sospechosos. No había duda de lo que vio, pero había algo más en todo eso.

Por otro lado,  los Agente Bruna y Jhoan estaban esperando la orden de su Coronel. Les dijeron que debía vigilar esa zona mientras ellos se dirigían al interior del bosque. Pole no había aparecido y el temperamento de Bruna estaba de mal en peor.

— ¿Por qué carajos no nos dicen nada? – caminaba de un lado para el otro lado — Ni siquiera a Pole lo encuentro por ningún lado cuando se supone que debía estar aquí.

Como si fuera invocado, Pole apareció al frente de ellos saliendo del bosque con un semblante normal.

— ¿Se puede saber dónde carajos estabas? — se acercó peligrosamente hacia él con sumo enojo.

— Primero cálmate — puso sus manos al frente de ella para que no se atreva hacerle algo — En segundo, estuve haciendo mi trabajo ¿hay algún problema con eso?

— Si, si hay un problema. Se supone que debías estar con nosotros en todo momento para también y por lo menos ayudar en algo, aunque realmente no cooperas en nada más que estorbar en nuestra misión, pero no, prefieres irte sin decirnos nada y te desapareces cuando sabes que es importante acabar con esto.