La debilidad de un convicto (Tercera Trilogía)

Capitulo 21

— ¿King? ¿A qué te refieres?

— Jennie estaba discutiendo con alguien por teléfono y me quede escuchando todo lo que estaba diciendo... si se que me vas a decir que fue de mala educación hacerlo, pero cuando pronunció King, yo no pude evitar escuchar lo demás.

— Ahora dime ¿qué escuchaste?

— Ella es la amante de King — habló, dejando a un desconcertado Pole sin poder creerlo. Es decir, sabía que tenía amantes por muchos lados, pero nunca se imaginó que se metería con la hermana de su prometida — Han mantenido esa relación desde que King estaba con mi hermana.

— Con todo lo que me contaste puedo decir que si pudo ser capaz para cometer eso.

— Yo también la odiaba pero nunca pasó por mi mente hacerle eso. Presiento también de que le fue infiel con otras mujeres más. Es un maldito bastardo, estoy segura que solo le importa el dinero de mi padre y la herencia que va a tener Hanna cuando mi padre deje este mundo. Mi padre se decepcionará completamente y querrá matarlo.

— Lo entiendo. Pero tienes que decirle cuando tu hermana aparezca, no puedes decirle en estos momentos por qué es necesario su gente para encontrarla. Es un hijo de puta, de eso no hay dudas, pero si queremos que tu hermana vuelva es necesario que mantengas eso en silencio y que aún King haga su trabajo de encontrarla.

— No creo que le importe.

— Claro que le importa, porque su herencia es lo único que le importa a él y es por eso que debe encontrarla.

Luciana desvió su mirada, Pole tenía razón, la única forma para obtener lo que tanto ha querido es encontrarla como de lugar y seguir aparentando como siempre lo ha venido haciendo desde que conoció a su familia y como todos lo ven el mundo al ser el Comandante del FBI.

— Luciana solo espera un poco más, la máscara de King se le va a caer en algún momento.

— Entiendo — dijo con tristeza, viendo como la verdad salía a la luz poco a poco y con la situación le hacía verse más vulnerable — Me tengo que ir antes de que alguien me encuentre y pueda meterme en problemas.

— Tienes que ir por ese lado — le indicó — Por allá están las escaleras de emergencia, a estas horas no hay mucho movimiento o personal que ingrese o salga por allí.

Luciana asintió y empezó a caminar hacia la dirección que le dijo Pole. Sin embargo, se detuvo al tener una gran idea.

— Pole... Ayúdame, por favor, ayúdame a encontrar a mi hermana.

— Luciana, no...

— Por favor... — ella miró su uniforme — No tengo a nadie y no puedo hacerlo esto sola — se acercó nuevamente — Pensé que lo podía hacer a mi manera, pero sin la ayuda de nadie no creo poder encontrar a mi hermana. Pueda que King está buscando por todos los medios a mi hermana, pero no lo creo ¿sabes? Jennie puede hacer hasta lo imposible para quedarse con él y hacer que deje de buscar a mi hermana, y si ella no aparece, toda la fortuna quedará en sus manos y eso será suficiente para que él se quede con Jennie.

— Tiene que estar por algún sitio.

La voz de Bruna hizo que se quedara pálido, no podía encontrarlo con Luciana y tampoco se arriesgaría de que ella esté en problemas.

— Tienes que irte Luciana.

— Si cambias de opinión, llámame. Tienes mi número, por favor.

Ella corrió rápidamente para desaparecer por uno de los pasillos. A los segundos, Bruna y Johan estaban al frente de Pole con una mirada de desaprobación.