Capitulo 25

219 37 1
                                    

— Tu madre también me lo pidió antes de morir. No podía confiar en nadie más para que las cuidara, solo yo debía hacerlo y siempre será mi deber y mi obligación hasta que llegue el momento de partir.

No puedo contarte más hija, perdóname.

Se nota mucho que su relación es inquebrantable. Aún puedo recordar un poco de las veces que mi madre solía ir a su residencia, mamá nunca me dijo quienes eran ellas.

— Nadie podía saberlo. Nos arriesgamos mucho por muchos años, algunas valieron la pena.

— Se nota mucho. Ahora puedo entender más a fondo la razón por la cual decidiste irte a Alemania.

— Fue muy duro esa época y no pude llegar a tiempo para que él no comenzara hacer todas esas cosas que pusieron en peligro a su propia familia.

— Entiendo... Solo te pido que tengas cuidado.

— Siempre lo he tenido.

— Por cierto, la comida ya está lista.

— En unos segundos iré, solo déjame cambiar de ropa.

Suzy asintió y salió de su habitación para darle espacio al castaño.

— No solo hiciste eso, también que estás siguiendo los pasos de tu propio abuelo.

— Nunca dejes que ni mi hija ni que mis futuros nietos lleguen a cometer los delitos que cometió Elians. Algún día moriré, pero quiero una promesa de que eso no pasara.

— Te lo prometo, Lilly...

— Tampoco que nadie se entere de nuestro pasado, es demasiado para que una persona vil pueda meterse con mi familia.

— Eso no pasará. Antes de que saliera del FBI, logre que todo archivo e información se borrara completamente. Ya ha pasado siete años de lo ocurrido, nadie se acuerda de ustedes.

— Eso espero... Siempre afrontaré las consecuencias de haberme enamorado de un criminal, pero no me arrepiento de eso.

— Lilly, siempre fuiste decidida a pesar de todas las consecuencias que se te venía encima. Fue un error, pero es algo que nunca te arrepentiste.

Se dirigió a la puerta.

— Nunca se va a borrar ese pasado...

Adam salió de la habitación rumbo a la cocina, desde lejos podía percibir la comida recién salida y de lo delicioso que podía estar. Cuando desapareció por el pasillo, Coner salió de su escondite, realmente desconcertado por lo escuchó anteriormente.

— ¿Elians? ¿Roberts? ¿Lilly? — pronunció con confusión — Esos nombres los he escuchado en alguna parte.

Coner trataba de recordar donde había escuchado esos nombres, hasta que un recuerdo latente pasó por su mente, claro, la vez que escuchó del caso de Elians Roberts, el psicópata-criminal más buscado de todos los tiempos. Su abuelo también lo pronunció hace unos días. Ahora todo se volvía más confuso porque su abuelo hablaba de él como si hubieran sido amigos o alguna conexión, ¿el amor de su vida? ¿hija? Había cosas que lo dejaba más confundido y solo podía comprender una cosa...

Su abuelo le estaba ocultado muchas cosas.

Y no eran tan buenas que digamos.

— Esto es muy raro.

Coner miró el pomo de la puerta y las dudas lo carcome mucho más si no llega a tener una respuesta a sus dudas. Quería entrar a la habitación, lo tenía bien decidido, hasta que la voz de su madre hizo que dejara de lado lo que estaba a punto de hacer.

La debilidad de un convicto (Tercera Trilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora