—Siempre nos dijeron que los Morgan y los Callum no nacieron para estar juntos ¿Sabes lo que yo pienso?
—Dime, Dominic.
—Creo que es al revés. Es fácil amar las partes brillantes de un ser humano, pero las oscuras, solo puede hacerlo alguien que habite en la misma oscuridad.
El sonido de los disparos era una melodía que siempre había acompañado a Mayka. Una música que la sumergía, que sacaba su verdadera esencia, esa que todos los Callums tenía, para bien o para mal. Mayka Callum, en medio de esa música desparecía y daba paso a la Tigresa, a la asesina entrenada, aquella que con todo su poderío aun necesitaba que su clan la reconociera. Con cada bala, con cada muerte, el animal en ella rugía.
Su corazón moriría esa noche, lo entendió desde el momento en que recibió la orden de asesinar a cada Morgan a su paso en esa celebración.
«Es tu decisión, solo ten en cuenta una cosa. Tu madre te ama, y morirá por tu culpa».
El piso de madera comenzó a teñirse de rojo rubí con la sangre de sus enemigos.
—Avancen por el ala oeste—anunció Owen por el transmisor al resto del equipo.
Habían asegurado el perímetro, resultó fácil cuando de los veinte custodios de Río, cinco eran leales a los Callums.
Muy pronto las personas que habían estado riendo hacía solo minutos atrás se transformaron en víctimas de un grupo de mercenarios sin el más mínimo escrúpulo.
Habían llegado por tierra, se retirarían por mar hasta un yate ubicado a algunos kilómetros de la costa. Las personas corrían hacia todos lados, los hombres con sus rifles de asalto derribaban todo lo que se movía. No era una batalla, solo era una masacre. Una vez más, los Callums los habían tomado con la guardia baja y no desaprovecharían la oportunidad.
Había una gran diferencia entre ser un guerrero y haber nacido para la guerra. Los Callums eran del segundo grupo. Owen lanzó algunos disparos al aire para que todos corrieran y él poder cazarlos. Mayka estaba a varios metros de él, contempló la escena con estupor. Ella formaba parte de esto. Había aceptado serlo, sin importar las razones.
Los Callums destruían y profanaban, pero este trabajo tenía un sabor distinto, se trataba de poder y dominio. De demostrar de una vez por todas que con ellos no se jugaba. La guerra fría había dado lugar a una hoguera ardiente donde sus almas se consumirían.
Samantha, Kent y Felicity tratan de huir cuando Silas y Dustin los ametrallan sin piedad. Los jóvenes caen al piso en medio del caos. Río ha desaparecido junto a Johana y no hay rastros de los mayores, que son los que importan. Los únicos que pueden poner resistencia frente a un trabajo rápido con un tendal de cadáveres.
—Muévete.—Abel le da un empujón ante su indecisión y Mayka reacciona yendo hacia adelante.
—¡Al suelo!—grita May, una de las pocas mujeres que los Callums aceptan en sus filas junto a Mayka. Anael y Eric disparan agazapados detrás de algunas mesas.
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Sangre y Cenizas (bilogía SYC) Romance hetero y gay +18
RomanceHay una leyenda que los valientes susurran y los cobardes callan por temor a una muerte segura. La leyenda de un demonio que se enamoró de la fragilidad de una rosa, de su sonrisa cálida y el océano que se reflejaba en sus ojos. Un demonio incauto q...