The End?.

Te hecho de menos.

Toda la vida seguiría cerrando la puerta de nuestra hermosa historia, pero te daría la llave si tú vuelves, no necesitarás tocar el timbre.

Al amor no le basta con querer, hay palabras que dejan cicatrices y besos que tapan mentiras.

Ya se que era amor, créeme que nunca he dudado que me quieres, tanto pero tanto como yo te quiero a ti. La forma de querernos que tenemos, tan  incompatible, tan pletórica, tan intermitente, tan a ratos y tan de volvernos locos el uno por el otro.
Es cierto que toda la vida va a faltarme tu sonrisa bonita y tus ojos de joven enamorado mirándome desde lejos.

Creceré, me haré vieja y me sentare en aquella merecedora que me regalaste cuando nuestro hijo crecía en mi vientre a recordar aquella época en la que caminé junto a ti por las nubes, sin sentir en mis hombros el peso de la rutina que acabó rompiendo lo que nos unía.

Mi amor, Simon...tú eras la escapada perfecta, el sueño de las noches de verano. La resaca feliz, el olor a la libertad. Y claro, es que jamás fuiste refugio, si no una huida nada más.

Cuando quisimos quedarnos para siempre formando un hogar llegaron los problemas, el tren se descarriló. El sueño terminó convirtiéndose en pesadilla. Fue ahí cuando cínicamente te atreviste a decir: Te quiero pero tienes que entenderme.
Yo era la que siempre entendía, la que solucionaba. ¿Quien me entiende a mi?
Estábamos locos de amor, de anhelos, de pasión. Sin embargo, con eso no se basta, además había que entenderse mutuamente, complementarse, admirarse, respetarse, sincerarse y sobre todo protegerse.

Tú no actuaste mal, simplemente lo hiciste a favor de tu estabilidad y comodidad. La batalla es conmigo misma. Vivir es lo más raro de este mundo, pues la mayoría de las personas no hacemos otra cosa que existir.

Te di el espacio para que pudieras respirar, mantuve mi distancia para que pudieras ser libre y espero que encuentres la pieza que te hace falta para traerte de vuelta a mi.