The End?.

Capitulo 46.

–¿Peter te trajo?–Cuestione antes de llegar al estacionamiento.

–Si, el se llevará mi camioneta así que podemos irnos en tu auto.

–Me parece bien–Quite el seguro y se subió sin si quiera esperar a que le abriera–¿A que hora tienes la cita con David?

–Dos y media–Colocó el cinturón y se recargó en el asiento cerrando los ojos.

Mire la hora en la pantalla del auto y aún faltaban cuarenta minutos. Decidí pasar a comprar comida, para nosotros y los chicos.

–Adele–Hablé sin tener respuesta–Se que no estás dormida ¿Me estás ignorando?–Negó–Supuse que sería buena idea comprar McDonald's para Angelo y Ellie, hace días dijeron que tenían antojo ¿Gustas algo?

–Estoy bien–Intento sonreír–No tengo hambre...pero los acompaño.

Sabía que no había comido, era muy común en Adele mal pasarse con las comidas. Indeciso preferí no hacerle caso y pedirle algo.

–Listo–Pase las bolsas a los asientos traseros, me vio y noté sus ojos rojos como si hubiese llorado. Su mirada no era la misma, era triste y apagada–¿Lloraste?

–Debe ser alergia por el clima, sabes como me afecta.

Acaricié su mano, la tome y le besé los nudillos.
Estaba fría y temblorosa.

–¿Hace cuanto ni si quiera me permitías tomar tu mano, Delly?–Desvío la mirada–¿Porque no me dices que es lo que te sucede?

–Porque no me sucede nada, Simon. Estoy cansada porque tengo mucho trabajo tanto en el hotel como en la casa de modas. ¿Nos vamos? Tenemos el tiempo exacto para llegar puntual a la cita–Asentí

–Ellie me llamo para decirme si podría irla a recoger al colegio, al parecer tenía deberes y tuvo que quedarse más tiempo. Iremos por ella después de la cita.

–Bien.

El silencio inundó el auto hasta llegar a la clínica. Podía notar su nerviosismo y el mío iba en aumento porque no sabía la razón.

–Te acompaño–La seguí y me detuvo.

–Sabes que no puedes pasar, espérame aquí ¿Quieres?–Dijo entre dientes

–Son exámenes de rutina y siempre venimos juntos ¿Porque...–Me interrumpió

–Está vez no–Su rostro de súplica apareció, sabía que ese gesto me derretía y no podía contrariarla–No me tardo.

Se alejo yendo a la recepción, no pude escuchar pues estaban a una distancia muy retirada a las bancas donde me encontraba. Antes de perderse en el pasillo me dio una sonrisa de medio lado.
Me levante apenas desapareció.

–Buenas tardes señorita–Salude–La señora que acaba de irse es mi esposa pero debo salir un momento y dejo su celular en el auto.

–¿Gusta que se lo diga si sale y no lo encuentra?–Sonrió

–Se lo agradecería ¿Esta en cita para exámenes de rutina con el doctor David Belmonte, cierto?–Nego arrugando el entrecejo.

–Debe estar confundió ¿Quien es su esposa?

–Adkins, Adele Adkins.

–Entonces si está en lo correcto pero no vino con el doctor Belmonte, esta con el doctor Donovan Collins.

–¿El...?

–Otólogo–Respondió amablemente.

–Cierto–Fingí haberlo olvidado–Me confundí, con tanto trabajo no se donde tengo la cabeza–Reí–Disculpa las molestias.