Capitulo 20.

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"Skyfall".

–¿Algún problema?–La madre de Simon interrumpió–Tu novia te está esperando, Diego–Le hizo un movimiento con la cabeza para que se fuera.

–Con permiso–Antes de darme la vuelta me detuvo del brazo–¿Que quiere?

–¿Que les haces?–Bufo–¿No te basta con Simon? ¿También quieres hecharle a perder la vida a Diego?–Reí irónica

–Es que usted no se cansa de decir tonterías ¿Cierto?–Negué–No es mi culpa que los dos hombres que educo tengan los mismos gustos, en realidad seria culpa de usted, Rose.

–Eres una...–La interrumpí

–La dueña de esta casa, la del dinero que usted muy bien goza, la mujer de su hijo pese a quien le pese, eso y más soy ¿Algo más?–Por primera vez en mucho tiempo se quedó callada, no articulo ni una palabra más aunque su cara lo decía todo–Eso creí.

Camine hasta Simon que estaba frente al asador, pase mi mano por su espalda pero no me veía.

–¿Necesitas ayuda?–Negó–¿Seguro?

–Si–Se limitó a responder–Ve a sentarte.

–Quiero acompañarte.

–Llevas ignorándome dos semanas ¿Ahora si quieres estar conmigo? No me jodas Adele–Suspire

–Dejemos los problemas de lado solo por hoy ¿Si?–Le pedí y ahí sus ojos se conectaron con los míos.

–¿El día completo?–Asentí sin entender su pregunta, sonrió triunfante–Me agrada la idea–Postro su mano en mi cintura atrayéndome a él–Empecemos con un beso, ya sabes...para aligerar el ambiente.

–No–Reí–Eso no pasará–Sin esperar más estampó sus labios con los míos, cuando quise separarme me mordió el labio provocando que soltara un pequeño jadeo–Idiota–Golpee su pecho y limpie mis labios.

–Dejen de estarse besando para otra ocasión, no cabe duda que en ustedes si queda el que después de cierta edad se vuelven peor de calenturientos que los adolescentes–Bromeo Daniel

–Luego se hacen los desentendidos–Le dijo Laura a su lado burlándose de nosotros.

–Ni que ustedes no hicieran lo mismo–Los señaló Simon con las tenazas

–Claro que si pero nosotros nos esperamos a estar en nuestra recamara, no nos gana la calentura en lugares indebidos–Me sonroje, le aventé con una servilleta a mi mejor amiga.

–Es mejor cuando hay adrenalina ¿No es así, amor?–Levanto las cejas

–Voy a ir por los condimentos para la carne–Ignore su comentario y regrese a la cocina, tome la jarra sirviéndome agua y la bebí de un solo trago–Me asustas ¿Que haces ahí?–Diego se acerco con las manos en sus bolsillos

–¿Volviste con el?

–Nunca lo he dejado, estamos casados ¿Se te olvidó?–Recordé

–Ya veo, tu falta de voluntad.

–¿Que quieres?

–Decirte que me iré de la casa, he comprado un departamento y me voy en unos días, es cerca de aquí...puedo seguir pasando por ti para irnos a la empresa.

–¿Porque? Digo...me alegro por ti pero no me lo esperaba–Susurré

–Debí haberlo hecho hace mucho tiempo, yo te quiero y tú a mi no, el seguir aquí me hace daño. Tú no dejarás a Simon, él te seguirá teniendo en la palma de su mano ¿Que se supone que haga? Me he rendido.

The End?. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora