No existe mayor preso que el que duda entre dos puertas abiertas, ni nada más difícil de ignorar que las cosas que hubieras preferido no saber.
Tú..eres el único al que amo, pero sé que poco a poco te estás despidiendo de mi. Las señales son eviden...
–¿Que haces aquí?–La pelirroja apareció con la mamá de Simón–Con la misma ropa...–Susurro–¿No te cansas de recibir migajas?
–¿Y tú porque estás tan arreglada, Lulú?–La observo de forma retadora, a pesar de que su corazón dolía y sentía que se le estaba escapando la vida no iba a dejarse humillar–Bonito vestido–Le sonrió–Lindo peinado–Asintió–Pero tengo curiosidad–Se cruzo de brazos–¿Para quien te arreglas tanto? ¿A quien intentas seducir?
–Yo...–La interrumpió
–¿No sera mucho para una mujer que duerme sola todas las noches?–Paso por su lado golpeando su hombro–Así estemos divorciados el siempre estará pensando en mi.
–Ganare después de todo, aún tengo muchas noches más por venir–Escucho a sus espaldas
–Se aburrirá de ti tarde o temprano, deja de soñar.
Inhalo y exhalo varias veces tratando de calmarse. Camino apresuradamente por el gran pasillo, cuando las puertas del elevador se abrieron se encontró con Ellie.
–Adele–Se lanzó a sus brazos–¿Viniste a arreglar las cosas con papá?–Sus ojos mostraron tristeza
–Lie–La miró enternecida–Ahmm...–Se quedó callada–Tú padre y yo ya estamos divorciados–Trato de sonreírle pero en su cara solo se formó una rara mueca
–Es por culpa de mamá ¿Cierto? Ella lo sigue queriendo y la conozco, se que es capaz de todo–Bufo molesta
–Los únicos culpables solamente somos tu padre y yo, las cosas no iban bien desde mucho tiempo antes, Ellie. Era lo mejor.
–Pero ustedes aún se quieren, se les nota a kilómetros la conexión que tienen.
–Tienes razón, no he dejado de quererle y se que el a mi tampoco pero...era lo mejor por el momento–Se quito una pulsera con un hermoso Saturno bañado en oro y pequeños diamantes, el cual Simón le había regalado en uno de sus aniversarios años atrás.
–No quiero dejar de verte–Sus lágrimas cayeron.
–Es por eso que te daré esto–Limpio las mejillas de Ellie
–Pero es muy importante para ti, nunca te la quitas.
–Ahora es tuya, así siempre me llevarás contigo.
–La cuidare con mi vida, te lo prometo. Hasta que volvamos a vernos.
–Se que si, cariño–Volvió a lanzarse a sus brazos, esta vez Adele se soltó en llanto tanto que Ellie quedó sorprendida.
En el poco tiempo que llevaba conociéndola jamás la había visto de esa manera, siempre se mostraba fuerte, imponente, dura. Tal parecía que se iba a desvanecer en sus brazos, sintió lo débil de su cuerpo.
–Tengo que irme–Se separó–Pórtate bien–Beso su frente con delicadeza–Cualquier cosa que suceda sin importar la hora no dudes en llamarme ¿Ok?–Asintió
–Te quiero Delly–Adele le mando un beso antes de que las puertas del elevador se cerraran.
Cuando estuvo arriba de su auto le llegó un mensaje, era un foto de ella y de Ellie.
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