No existe mayor preso que el que duda entre dos puertas abiertas, ni nada más difícil de ignorar que las cosas que hubieras preferido no saber.
Tú..eres el único al que amo, pero sé que poco a poco te estás despidiendo de mi. Las señales son eviden...
A veces con amar tanto a una persona no te alcanzará para conservarla en tu vida. A veces puedes querer con toda tu alma pero si no hay un intercambio de amor genuino sus caminos se verán forzados a separarse.
Querer tanto no es una garantía de que funcione.
–Avanza–Ordene–La gente ha avanzado.
Levante la mirada, a dos filas más estaba el mismo hombre. Tal vez lo observaba tan insistentemente que se dio cuenta. Madrid, España. Era su destino.
Simon siempre decía que yo tenía una mirada tan pesada y penetrante que aún a lo lejos podías sentirla sobre ti, sin embargo también decía que era hermoso ver mis ojos de esa manera como los ojos de un gato intentando seguir a su presa.
Movió su cabeza para darse cuenta que en efecto, lo miraba a él. Fui bastante descarada al ni si quiera disimularlo, al final probablemente jamás me lo volvería encontrar ¿Importaba?. Arqueo sus cejas y levantó la mano mostrándome la tarjeta con un gesto de triunfo.
Gire los ojos fingiendo molestia, se despidió con un guiño antes de entrar por la puerta de abordaje.
–¿Adele?–La voz se Simon me hizo salir de mis pensamientos–¿Buscas a alguien?–Siguió mi mirada
–No, me cercioraba que Ellie viniera–La señalé–¿Vez?
–Claro–Dijo poco convencido
Minutos después estábamos arriba del avión.
–Wow–Exclamó Ellie–Había viajado pero nunca en primera clase–Bromeo–¿Siempre viajan así?
–Cuando no es en el Jet de la empresa si, suelo viajar así para más comodidad y privacidad–Sonrío–Tú padre manda a alguno de sus empleados a viajar porque le aterra volar–Le susurre, nos reímos y Simón al darse cuenta que nos burlábamos de él se hizo el indignado.
–Debe ser carísimo–Camino hasta encontrar el número–Es que literalmente es una habitación Delly, mira–Se sentó–Una cama, una televisión y...–La interrumpí
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–Lie, tranquila–Acaricie su brazo–Hablas muy rápido.
–Estoy muy asombrada, es nuevo para mi.
–Cariño–La llamó Simon–Acomoda tus cosas que nos esperan casi diez largas horas de vuelo. Tú lugar es enseguida del mío.
–Que suerte que tiene una puerta porque así no tengo que ver sus muestras de amor–Soltó divertida.
–Muy conveniente de tu parte ¿No?–Reclame después de que Ellie se alejara
–¿De que hablas?–Se hizo el desentendido
–Los asientos juntos eran para Ellie y para mi, el tuyo era el individual.
–¿Harás que me vaya? Ellie se ve bastante cómoda sola, mírala–Era cierto, tenía el celular en sus manos y en ocasiones miraba por la ventana emocionada.
