Capitulo 31.

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"Fast love".

Nadie ha muerto de amor, pero hasta donde yo se tampoco se le puede llamar vida a estar con el corazón destrozado.

–¿Acaso no te sientes culpable?

–¿Culpable?

–Si, estás sola en la inmensidad de esta casa y era lo que odiabas, tú hijo no quiere ni verte. Tú me pediste el divorcio cuando pudimos solucionarlo.

–¿Me estás culpando entonces?–Reí–Yo no me siento culpable, al contrario–Mentí–Les he dado tanto, tú egoístamente quisiste más. La vida nunca lo da todo Simón, se tiene que saber pensar, escoger, cuidar lo verdadero que es lo que más vale–Tome una botella del mini bar que tenía aquí, en su estudio. Volví a llenar la copa que hace mucho me había terminado.

El hizo lo mismo luego de mi, a diferencia que no me perdió de vista en ningún instante.

–Yo creo que mi amor siempre valió mucho para ti. Ojalá algún día te des cuenta de eso, mi amor hacia a ti era mucho más de lo que te imaginabas y más de lo que merecías.

–No vine a discutir contigo, deseaba tener una conversación tranquila–Soltó después de un momento de silencio ante mis palabras.

–Ese es tu problema Simón, te alteras, gritas, ofendes y después actúas como si nada.

–El problema es de los dos, no sólo mio Adele. También sueles tener una actitud bastante explosiva en ocasiones ¿Se te olvida?

Gire los ojos fastidiada, pero era verdad. Como dice un dicho "La verdad no peca, pero incomoda".
Odiaba tener que darle la razón.

–¿Que no te ibas ya?–Bufe

–Aún es mi casa, y aún hay cosas mias aquí.

Me recargue en el escritorio, azotando la copa en el.

–Corrección–Dije molesta–Solo la mitad fue tuya, ya no. Estamos divorciados así que cuando tengas tu nueva casa te enviaré hasta tu última pertenencia.

–¿Incluida tú, Delly?–Levante el rostro para verle

–¿Que?

–Tú corazón, alma y mente aún me pertenecen en su mayoría. Tristemente no puedes vivir sin eso, se que me sigues amando.

–Déjate de tonterías ¡Madura!–Le di la espalda, sabía que me había sonrojado y no iba a permitirle que me vea así, por el.

–Te hice sonrojar, es ganancia.

–No lo hiciste–Susurre

–Te veo por el reflejo de la ventana, si lo hice.

Camino hacia mi, sentí sus manos sobre mis hombros y su cabeza recargada sobre la mía. Reaccione de inmediato separándome de el.

–No soy plato de segunda mesa–Reclame–¿Pretendes seguirme buscando mientras te paseas cómodamente con Lulu? Estas mal.

–¿De nuevo con lo mismo?

–Bueno, yo no quiero quedarme con esa duda ¿Ya te acostaste con ella?–Desvío la mirada nervioso–Tú silencio ya me lo confirmo.

–Tú lo hiciste antes con el idiota de Diego, no me reclames algo que probablemente tú ya hacías.

–¡Nunca te falle!–Grite exasperada–Te ame por sobre todas las cosas, incluyendo los problemas. Siempre respete lo que había entre nosotros, hasta que me harte.

–¿Entonces si me traicionaste? ¿Estuviste con el?–Cuestiono

–No–Aclare–Aunque quisiera no puedo hacerlo, desgraciadamente sigues presente...yo no soy tú para olvidar tantos años juntos tan fácilmente por mero placer.

The End?. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora