Capitulo 1.

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"I Miss You."

Narrador Normal.

–Eso fue increíble–Exclamó aplaudiendo–Siempre hermoso.

–Gracias mamá, he aprendido de la persona más dedicada e inteligente del mundo–Beso su mejilla haciéndola sonrojar

–¿Quien será esa persona?–Sonrió

–¡Pues tú!–Rieron–¿Y papá?

–Trabajando amor, sabes que últimamente ha teniendo muchos pendientes en el hotel y pues...–La interrumpió

–Es que parece que papá ama más dedicarle tiempo a ese hotel que a ti. ¿Está vez si se acordó de su aniversario o se lo tuvo que recordar el tío Diego? Parece más el tú esposo–Bufo guardando su violín en su estuche

–Angelo, no digas eso...el sueño de tu padre está en ese hotel–Acaricio su brazo–Lo entiendo, además el también soporto mis ausencias cuando comencé sola con la casa de modas.

–Pero tú nunca lo descuidaste mamá–La vio fijamente a los ojos y ella solo esquivó su mirada de reproche–Trabajabas día y noche, me cuidabas porque jamás quisiste que una niñera lo hiciera después llegabas y le tenías todo listo a papá porque según él llegaba cansado ¿Y tú mamá? ¿Quien le importaba si tú estabas cansada?

–No me quejo, yo amaba el tiempo con ustedes–Se limitó a responder

–Es que tú nunca te quejas, finges que todo es perfecto cuando nada lo es y menos esta familia. La abuela cada vez se porta peor contigo y tú te dejas, ella ni si quiera ayuda en nada, solo en hacerte sentir mal.

–Es tú abuela, tienes que respetarla–Susurro–Tú papá es feliz con ella aquí

–¿Ya te vas, Adele?–Dijo la madre de Simon mirándola de pies a cabeza–¿Te irás así?

–¿Así como, señora?–Soltó después de un rato ya que aun le costaba decir algunas palabras, era más difícil cuando la atacaban los nervios.

–Pues así–La señaló–Tan arreglada y descubierta ¿Acaso vas en busca de hombres?

Angelo giró los ojos y decidió mejor irse, si su madre no ponía límites en esa situación él tampoco lo haría.
Había intentado hacerlo pero solo se llevaba regaños de su parte, odiaba que su madre permitiera las humillaciones de su abuela.

–Tengo una casa de modas señora, necesito estar presentable siempre–La vio cruzarse de brazos–¿Porque no me quiere?

–Siempre creí que mi hijo se había casado contigo por conveniencia y por tu dinero, tal vez, fue un poco así porque míralo ahora ya es un empresario exitoso pero jamás lo quise contigo–Negó–Maldita la hora en la que te apareciste de nuevo, él ya estaba felizmente casado.

–Siempre hago hasta lo imposible por tenerla contenta y ni así lo logro, cuando Simon la trajo a vivir aquí jamás puse un pero.

–También en su casa así que tenías que aguantarte y lo seguirás haciendo porque no pienso dejar a mi hijo solo, ni si quiera lo atiendes como se merece.

–Como usted diga señora, estoy harta de sus discusiones.

Subió a su recámara, en la cama yacía un abrigo de Simon, lo abrazó a ella aspirando su olor...cuánto amaba el olor a la loción de su esposo.

Se vio al espejo dándose cuenta que ya no era aquella jovencita llena de vida y alegría, la joven que quería tener todo a su alcance. En su rostro se mostraban pequeñas arrugas, no pensaba ocultarlas nunca pues eran parte de ella, de su historia.

The End?. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora