Amor Prohibido I ⛓️

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Boruto respiraba entrecortado ya que su situación empeoraba a cada segundo que pasaba. Estaba encerrado en una de las prisiones de máxima seguridad por ser considerado un peligroso asesino ya que se lo acusaba de haber matado a su madre y su hermana menor a sangre fría.

Todas las pruebas apuntaban a él y por supuesto fue en extremo sencillo condenarlo a perpetua en esa prisión donde apenas podía respirar.

La habitación donde fue confinado era estrecha con una cama de una plaza, un escritorio y una silla. Una pequeña ventana que daba al jardín de la prisión con rejas. Una puerta que daba a un pequeño baño que solo tenía un inodoro y una pequeña pileta.

La puerta hecha de hierro con una diminuta abertura que daba al pasillo, está se abría desde afuera. No había cerraduras por dentro, solo por fuera. En definitiva, Boruto estaba encerrado sin posibilidad de salir ni mucho menos escapar.

No importó cuántas veces afirmara que él no las había matado, no importaba que dijera que era inocente. Nadie le creía nada de nada.

Lo dejaron completamente solo, tanto su familia es decir los Hyuuga como sus amigos. Nadie creyó en su palabra. Tanto sus tíos, Neji y Hanabi, como su abuelo materno le dieron la espalda quitándole el apellido aristócrata. Ahora solo era Boruto nada más.

En cuanto a sus amigos aristócratas, ninguno le dió una mano. Más bien se alejaron de su lado, como si nunca lo hubiesen conocido. Boruto no conocía a su papá ya que su madre y sus parientes siempre se negaron a hablar de él.

Cuando supo que estaba solo, dejó de luchar sintiendo que no tenía caso ya seguir intentándolo. Fue cuando lo condenaron y lo encerraron en esa lujosa pero horrible prisión.

Lo peor de todo era que Boruto en verdad era inocente, ya que no las mató porque en ese momento se encontraba en otro sitio junto a su amante.

Pero nada dijo, ni siquiera cuando cuando su libertad dependía de ello. No lo dijo entonces y no lo diría ahora.

De echo Boruto prefería pudrirse en la cárcel, antes que causarle a él problema.

Ahora que se encontraba encerrado en ese estrecho lugar, el rubio se sentó en la cama y cerró los ojos con intenso pesar sujetándose la cabeza.

A su mente regresaron las imágenes de su madre y su hermana sonriendo como siempre solían hacerlo, aquel recuerdo le produjo un nudo en la garganta.

Él más que nadie deseaba saber quién fue el verdadero asesino de su familia. Y sobre todo quería saber por qué las mató.

Pero jamás sabría tales cosas, debido a que nadie investigaba ya nada. Y todo porque él ya fue culpado y condenado por esas muertes.

Abrió los ojos y se colocó de pie para acercarse a la pared y dar un fuerte puñetazo a la misma. A otros presos aquel golpe le habría fracturado los dedos, pero no a Boruto quien no era un joven normal. Él no se lastimaba fácilmente.

Se apoyó en la pared y lentamente se fue dejando caer al suelo mientras daba rienda suelta a su angustia llorando desconsoladamente mientras se tapaba el rostro.

Acabó acurrucado en el suelo rodeando sus piernas con sus brazos y enterrando su rostro entre sus rodillas.

Mamá, Hima. Lo siento tanto ¿quién les hizo eso? ¿Quién las asesinó? Papá ¿quién eres? ¿sabes sobre mi existencia? Te necesito tanto en estos momentos papá.

Luego pensó en su amado y su dolor se fue intensificando cada vez más. Si tan solo él pudiera ayudarlo, de seguro que lo haría pero era conciente de que no podía hacerlo.

En otro lado, bastante lejos de la prisión, Shinki leía las noticias donde se contaban las últimas novedades sobre el caso de Hinata y Hima Hyuuga y su asesino, Boruto Hyuuga.

El joven temblaba debido al intenso dolor que su alma albergaba, se sentía atado de pies y manos. Hizo un bollo el diario y tras colocarse de pie lo arrojó a la chimenea con furia total mientras caminaba como un animal enjaulado.

Su padre lo había estado observando en silencio total, sabía lo que su hijo sentía y en verdad no le gustaba nada aquello. Shinki era suyo y de nadie más. Solo suyo.

- Shinki ¿acaso sigues intentando engañarme hijo? - le preguntó con dureza Gaara sujetando su bastón con un mapache de plata con fuerza.

El aludido respiraba entrecortado al verlo allí, su padre siempre aparecía de la nada. Jamás lo perdía de vista, era prácticamente su prisionero.

- Estaba viendo las noticias sobre el asesinato de las Hyuuga.

- Si, escuché que condenaron al culpable resultando ser nada menos que el hijo mayor de Hinata Hyuuga.

- No padre, él es inocente ¿Cómo puedes creer que él las mató?
- El jurado lo creyó y ya fue encerrado en una prisión de máxima seguridad hijo.

-¡Pero es que cometieron un error padre! ¡Él no lo hizo!
- Shinki ¿Por qué me estás levantando la voz hijo? Además ¿qué importa eso? ¿Por qué te sulfuras así?

Shinki nada dijo debido a que de repente se dió cuenta que estaba a punto de revelarse él mismo. Tuvo que esforzarse por cambiar de actitud frente a su padre, quien lo conocía a la perfección como para saber que Shinki le ocultaba su romance con ese Boruto.

Para Gaara, su hijo solo le pertencia a él y a nadie más. Por eso influyó en el juicio para que se centren en Boruto y lo declaren culpable, muy a pesar de saber que ese chico era inocente. Eso le enseñaría a ese rubio que Shinki no le pertencia a nadie más.

-Shinki estás prohibido para todos los hombres y todas las mujeres. Espero que lo entiendas hijo.

- Eres tan posesivo como lunático padre ¿lo sabías?
- Ninguno que ose tocarte acabará bien. Qué te quede claro Shinki.

Naruto apareció detrás de Gaara abrazándolo con su tan acostumbrada sonrisa de enamorado.
- Vamos Gaara déjalo vivir, después de todo Shinki tiene ya 18 años y no es un niño.

- Naruto - el pelirrojo se hizo soltar bastante molesto - Cuando se trata de Shinki no tienes nada que opinar. Recuerda que es mi hijo y no el tuyo.

- Lo se mi amor, lo se. No te enojes.
- Entonces no sigas fomentandole sus libertinajes ¿de acuerdo amor?
- De acuerdo amor.

Naruto lo besó con intenso amor. Gaara dejo su bastón para abrazarlo con fuerza y llevárselo a la habitación. Dónde a él le gustaba tenerlo.

Naruto era un hermoso doncel como lo era Shinki, y Gaara los consideraba a ambos suyo, sus propiedades privadas. Por tal razón no les permitía a ninguno salir sin su permiso.

A Naruto eso le parecía muy romántico logrando enamorarlo cada vez más de Gaara, pero a Shinki lo asfixiaba. Cuando el pelinegro quedó solo, corrió y llamó a su tío abogado. Kankou Sabaku.

A él le suplicó que ayude a Boruto a salir de prisión.
- Por favor tío Kankou, por favor te lo pido. Salva a Boruto ya que es inocente. Él estaba conmigo - Shinki lloraba con desesperación - Por favor tío.

- Descuida sobrino, lo salvaré ya que descubrí que es el hijo de Naruto
- ¿Qué dijiste tío?
- Es el hijo de Hinata y Naruto. A tu padre le va a encantar cuando lo sepa.
-No...no lo creo tío...
-Yo si, oh si. Pero descuida sobrino todo estará bien.

Boruto Y Shinki ~ BoruShin ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora