Amandote🪞

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Boruto permanecía atado a la camilla día tras día, forcejaba con desesperación intentando soltarse sin éxito. Respiraba entrecortado continuamente.

Tenía una intensa confusión mental debido a las múltiples torturas que padeció a manos de Briam. Diversas imágenes se agolpaban en su mente y él ya no sabía qué era real y qué era ilusión. Sin embargo, algo tenía en claro. Su amor por Shinki.

Su intensa desesperación se atenuaba e incluso se desvanecía cada vez que el pelinegro aparecía en su campo visual. Solo entonces tenía paz.

Shinki había consultado el estado mental de Boruto con otros psiquiatras y todos le decían lo mismo.

Ese chico fue quebrado por la oscuridad de su abusdor. Su mente quedó despedazada y el daño es irreparable para cualquier especialista de la mente humana.

Menos para tí, ya que su amor por tí es tan intenso, que eres el único con las herramientas adecuadas para salvarlo.

Solo tú, Shinki, puedes curar su mente pero debes tener no solo paciencia sino una gran fortaleza.

Por tal razón Shinki se había despedido del mundo exterior para centrarse en su dorado amor. Además sabía que Boruto padecía el angustia tras haber perdido a sus padres y hermana en aquel accidente. Todo eso se juntó en su mente cuando estalló en mil pedazos.

Pero Shinki era un psiquiatra de renombre, muy bueno en lo que hacía. El avance que todos en el psiquiátrico veían en Boruto, despertaba la admiración en sus colegas, ya que estaba demostrando que no había imposibles cuando se tenía voluntad.

El pelinegro no se le despegaba a Boruto un solo instante. Por tal razón las enfermeras podían inyectarle los remedios y sedantes sin problema, debido a que Boruto permanecía tranquilo mientras Shinki estuviera a su lado. El rubio era capaz de soportar los pinchazos sin alterarse.

Shinki no paraba de decirle lo mucho que lo amaba. Esto iba derribando las capas del rubio hasta llegar a su corazón y a su mente reviviendolo de a poco.

Shinki no permitía que su amado sufra más de lo que ya estaba haciendolo. Cuando veía que empezaba a forcejear, el pelinegro lo acariciaba para calmarlo y evitar que se lastime la piel con las amarras.

- Shhhh calma mi vida.
- Liberame por dios
- Lo haré, sabes que lo haré mi vida. Pero no ahora. Aún tienes que sanar un poco más.

Cuando Boruto empezaba a derramar lágrimas de desesperación, Shinki se las secaba con tanto amor que lograba tranquilizarlo.

Le acariciaba su dorada cabellera con suavidad mirandolo a esos hermosos ojos celestes con amor. Aquel sentimiento era percibido por Boruto continuamente.

Shinki le hablaba de sus planes para un futuro juntos, lleno de amor, felicidad e intensa alegría. Cuando Boruto dormía recién Shinki abandonaba la habitación por breves instantes.

Así los días fueron pasando y Boruto iba recuperandose. Su dolor por lo padecido iba dejando de tener control sobre su persona. Así transcurrieron seis meses antes de que la cordura empiece a notarse en el rubio.

Cuando Shinki ordenó que le quiten las ataduras para ser trasladado a la habitación donde estuvo al principio, no bien pudo moverse por sí mismo Boruto corrió a los brazos de su amado Shinki.

Se aferró a él en un intenso abrazo cargado de amor y necesidad. Respiraba entrecortado aún.

- Shinki, al fin puedo abrazarte mi amor, no sabes cuánto anhele poder hacerlo. Desde que mi mente empezó a tener mayor lucidez, no he deseado hacer otra cosa.

Shinki sabía que Boruto era sincero, aquello fue la mejor recompensa que pudo obtener.

- Shinki
-Tranquilo Boruto, aquí estoy. Ahora iremos a la otra habitación donde podrás estar sin ser atado.

- Briam sigue atormentandome en mis sueños Shinki.
- Lo sé mi vida, lo sé. Pero no podrá lastimarte más.

El rubio fue llevado por su amado a la otra habitación donde estaría mejor. Boruto se dirigió a la ventana para ver la lluvia caer sobre el jardin del lugar.

Shinki cerró la puerta con llave, luego abrió el placard y sacó una campera negra y fuccia, debía procurar que Boruto no sienta frío o enfermaría.

Al abrazarlo supo que sentía frío. Cuando le colocó la campera vio cómo su amado dorado revivía.

Lo abrazó presionándolo contra su cuerpo con intensa suavidad. Boruto le rodeó el torax con sus brazos también. Ambos se miraron a los ojos con intenso amor.

- Cuando sientas frío solo dímelo ¿entiendes?
- Si mi amor. Gracias.
- No tienes nada que agradecerme mi vida.
- Por supuesto que sí.

Ambos se besaron con amor intenso.

Ambos se besaron con amor intenso

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Boruto Y Shinki ~ BoruShin ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora