Varias one shot sobre este ship (Boruto x Shinki) escribiré en ésta antología donde encontrarán diversas historias de amores, desamores, encuentros y desencuentos.
*) Boruto x Shinki
*) Shinki x Boruto
Shinki había caído en un escenario un tanto peculiar, estaba dentro de un estadio antigüo tipo coliceo romano rodeado de personas que vitoreaban y abucheaban a la vez. El sol iluminaba el lugar al completo. El pelinegro estaba confundido y algo perdido, ya que había despertado estando en el centro de la arena.
Miraba a todas partes sin entender nada de lo que estaba pasándole, hasta que una estrepitosa voz de hombre retumbó en el aire dando inicio el espectáculo.
- ¡Damas y caballeros! ¡Damos inicio a la gran fiesta donde nuestro campeón se enfrentará a este nuevo retador!
Las voces ascendieron de nivel al tiempo que entraba un hombre fornido y musculoso de dos metros de altura. Elevó sus robustos brazos y lanzó alaridos aguerridos similares a una bestia salvaje, logrando enloquecer al público.
Shinki al verlo retrocedió dos pasos sintiéndose perdido. Su rostro perdió los colores al tiempo que su corazón daba mil latidos por segundo. Lo último que recordaba era haber caído en la trampa del enemigo, y ser encerrado dentro de una cápsula.
Recordaba que el enemigo le dijo que lo encerraría en una de las peores prisiones mentales de la cual no podría escapar por sí mismo.
Entonces significa que este lugar es uno de los tantos escenarios de la prisión mental en que he sido encerrado. Maldición.
La bestia con forma humana se le acercó lentamente, sus ojos rojos de ira reflejaban el vacío que ese sujeto llevaba en su interior. Todos eran un producto de programas para enloquecer al prisionero, en este caso Shinki mismo.
Nadie te buscará debido a que todos te creerán muerto Shinki. Es parte de mi plan.
El pelinegro recordó las palabras del enemigo con pesar.
Su intensión es hacer que mi padre caiga en la desolación total y acabe suicidándose. Y todo debido a mi ausencia. Padre....no estoy muerto....papá.
Pero su rival lanzó el primer ataque y su arena de hierro formó un escudo que lo protegió, dando así inicio al combate tras interrumpir sus pensamientos. Fácil le resultó vencer a ese rival. Por tal razón aparecieron al segundo siguiente tres más, siendo mucho más fuertes que el anterior.
Shinki tenía que buscar la forma de escapar de ese lugar. Miró hacia arriba comprobando que había una reja hecha de chakra que cubría el estadio al completo. Eso le impedía usar la arena para formar sus grandes alas.
Las puertas por dónde entraron sus rivales seguían abiertas. Eso le daba una idea, pero debía ser precavido. Los ataques se triplicaron al instante siguiente, pero Shinki supo contrarrestarlos aunque en su mente estaba la idea de escapar de ese escenario a como dé lugar.
Su capa negra flameaba al compáz del aire. Llevaba puesto un pantalón negro y una camisa marrón. Tenía colgado en una cadena plateada un dije de dos pequeñas calabazas una sobre de la otra. Ambas de color negro. A través de ellas, Shinki podía conjurar la arena de hierro.
Los tres enemigos en cuestión se lanzaron a Shinki como bestias sin raciocinio dispuestos a matarlo usando todo su poder. Una gran explosión se sucedió en el centro del coliceo seguida de una cortina de polvo que lo cubrió todo al completo.
En tanto, en el mundo real había pasado un mes desde la desaparición de Shinki. El enemigo, que era experto en genjutsus, les hizo creer a todos que Shinki estaba muerto. Había caído en la última misión que su padre le asignó para ayudar al hijo del Hokage supuestamente perdido.
Pero pronto descubrió que no había tal problema con Boruto, sin embargo fue tarde. Gaara no pudo comunicarse con Shinki nunca más. Ahora, un mes después, todos parecían culparlo por la muerte del joven ninja. Hasta Kankuro le había cortado todo diálogo, limitándose a dirigirle la palabra lo mínimo indispensable.
Sin embargo Gaara se colocó la fachada de frialdad e indiferencia ocultando así todos sus sentimientos. No obstante no se hacia a la idea de que no volvería a ver a Shinki. Su hijo. Aquello carecía de sentido para él Kasekage que hacía grandes esfuerzos por no sucumbir a la tristeza y depresión.
Esa noche miraba las estrellas desde su oficina de Kasekage, pensando en él.
Shinki ¿Qué fue de tí? ¿En serio estás muerto...hijo? Shinki, mi pequeño ¿Dónde estás?
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