Boruto Y Shinki ~ BoruShin ~

Psiquiátrico 🪞

Boruto estaba lejos de todo y de todos, ya nada le importaba, nada de nada. Estaba muy mal, pero Shinki luchaba por traer su mente de regreso. No iba a rendirse, jamás lo haría.

Sin embargo el problema era el mismo Boruto que no quería ser curado por nadie. Ni siquiera por Shinki.

Así, el pelinegro veía día tras día a Boruto inmovil en el lugar donde fue dejado. Jamás lo había visto así y deseaba liberarlo.

En esos momemtos de encontraba sentado en un sillón situado dentro de la habitación donde permanecía internado.

Miraba la nada limitándose a respirar nada más. Cada tanto su rostro se humedecía con las lágrimas debido a su intenso dolor.

En aquellos momentos, Shinki se acuclilló frente suyo para mirarlo con amor intenso mientras acariciaba sus dorados cabellos.

-Mi amor, por dios vuelve a mí - le sususrraba Shinki - Jamás debiste entregarte a ese monstruo. Jamás debiste hacerlo. Habría preferido morir ¿sabes? Nunca quise que esto suceda.

Boruto empezó a llorar una vez más, pero el pelinegro le limpió las lagrimas con dulzura.

- Es mi culpa, lo se y lo siento. Por eso quiero que reacciones amor. Por favor te lo pido. Ese monstruo ya no podrá hacerte daño. Está muerto.

Boruto sujetó la mano de Shinki y la apretó mirándolo a los ojos por unos instantes. El pelinegro pudo ver su desesperación.
- Mi amor esta vez puedes confiar en mi. Te protegeré.

Boruto empezaba a respirar entrecortado, temblando y llorando.
- Boruto mi dulce amor, regresa.

Los medicamentos más el amor de Shinki lo habían traído de vuelta. Pero lo cierto era que Boruto no quería volver, ya estaba harto de esa vida llena de dolor.

Encima Shinki le decía que estaba dispuesto a morir por él ¿qué clase de amor era ese? A Boruto no le interesaba ese tipo de amor.

Además ¿cómo permitir que muera? Boruto no tenía a nadie más que a Shinki. Al parecer el pelinegro no lo valoraba como era debido. Sin embargo el rubio adoraba a Shinki.

- No...no...no por dios...no... - Empezaba a decir Boruto - No quiero regresar.

-¿Boruto? ¿Mi amor?
- No Shinki, no volveré no
- Mi amor al fin - Shinki lo abrazó con fuerza llorando intensamente - Perdón por dios perdoname.

Boruto lo abrazó también cerrando los ojos con pesar. Podía sentir el gran dolor de su amado y eso lo lastimaba a más no poder.

- Perdoname
- Shinki tú no tienes culpa alguna. Briam es el culpable. Él me...me violaba todo el tiempo, me...entregaba a sus locos amigos que me...me torturaban y...

De pronto, el rostro de Boruto cambió endureciendose, se volvió frío y siniestro. Su respiración se normalizó al tiempo que empujaba a Shinki lejos de su cuerpo, mientras rugía de furia.

-¡No! ¡No te perdono Shinki! ¡Jamás te perdonaré! ¡No me toques maldita sea! - se colocó de pie y corrió a la puerta - No dejaré que nadie vuelva a tocarme nunca más!

Inmediatamente salió corriendo de la habitación en busca de una posible salida de ese infierno. Pero pronto la alarma sonó y los guardias lo empezaron a perseguir. Boruto los esquivaba pero no daba con ninguna posible salida de allí, desesperándolo bastante.

Lloraba con desesperaciòn intentando escapar sin éxito alguno, ya que fue atrapado al cabo de unos momentos. Cuando lo sujetaron, lanzó un desgarrador alarido desde su misma alma debido al terror intenso.

- ¡Por dios no! ¡No me entreguen al monstruo! ¡No! ¡Auxilio! ¡Shinki ayúdame! ¡Me quieren entregar a Briam! ¡No me toquen!

Lloraba con toda su alma, pero al ver las jeringas perdió otra vez la cordura gritando de miedo.

- ¡No! ¡Por dios! ¡Jeringas no! ¡Shinki! ¡Ayúdame! ¡Dijiste que me protegerías!

- ¡Sueltenlo! ¡ Lo lastiman! - Shinki se interpuso entre Boruto y los guardias logrando que lo suelten. Así él lo abrazó con fuerza - Aquí estoy mi amor, tranquilo.

Pero Boruto seguía forcejendo mirandolos a todos con miedo intenso, su cordura había sido despedazada por su violador.

- No se acerquen a mí por dios - decía Boruto forcejeando - No lo hagan.
- Es necesario que tengas las medicinas, te están ayudando mi amor.

Boruto arañaba a Shinki debido a la desesperación, pero los sedantes lo calmaron.

Shinki lo volvió a llevar a la habitación donde lo acostó en la cama y lo arropó. Luego se sentó en el sillón mirando a Boruto dormir. Su recuperación sería mucho más complicada de lo que imqginó.