Boruto Y Shinki ~ BoruShin ~

Salvado 💥

Nieve y frío era lo único que había allí, lo único que lo rodeaba. Oscuridad y hielo era su vida ahora. Solo eso y nada más. Había escapado a otra ciudad sin opciones.

Ahora vagaba por las calles de esa nueva ciudad, mendigando sin dejar de temblar. Hacía una semana que vagaba por las mugrosas calles intentando sobrevivir.

De paso iba siguiendo el caso de sus padres. Así supo que su madre había sido asesinada ya que su padre estaba vivo, en coma pero vivía. Su corazón empezó a latir como un tambor al saber aquello.

Lo buscaban a él como principal sospechoso del asesinato de su madre, pero por suerte para Boruto no tenían pista alguna sobre su paradero.

Esa tarde nevaba demasiado y él nada pudo comer. Siguió caminando sintiendo que iba a morir congelado.

El rubio cayó al suelo sintiendo que efectuvamente iba muriendo. Por las noticias supo que sus hermanos quedaron bajo la tutela de Kawaki, quien era el nuevo administrador de la fortuna de los Uzumakis hasta que su padre despierte del coma. Si es que llegaba a despertar.

Se cayó al suelo sin fuerza alguna para incorporarse. Fue cuando alguien se le acercó. Lo único que pudo ver antes de desmayarse fueron unos zapatos elegantes acercandose a él.

Fue sujetado y arrastrado al interior de una calentita y lujosa limousina que se puso en marcha al instante, ante las asoradas miradas de quienes vivían y deambulaban por esos lugares.

Quien se encontraba en el interior de la limousina lo ayudó a sentarse en el asiento a su lado. Luego lo obligó a beber algo fuerte que le fue calentando el cuerpo velozmente.

Boruto empezaba a revivir. Cuando abrió los ojos, miró la limousina sin moverse. Pero su aroma tan característico lo hizo darse cuenta de quien era aquel que ahora lo ayudaba.

— Shinki — murmuró el rubio — ¿Dónde me llevas?
— A mi mansión ¿a dónde más Boruto?

El rubio, que ahora estaba apoyado en el asiento, volteó para contemplar a aquel que amaba con cada fibra de su ser. Habían sido novios mientras tenía una vida.

— ¿En serio? ¿Y luego qué? ¿Llamarás a la policía?
— ¿Por qué haría eso Boruto?
— Para entregarme ¿por qué más? Como todos quieren hacerlo

El rubio no pudo evitar llorar, se sentía desbastado en verdad. Ya no podía más.
— Bebe Boruto, bebe y deja de decir tantas locuras.

— No son locuras Shinki
— No entiendo por qué huiste sin llamarme antes.

— Nadie me creyó, todos se pusieron de parte de Kawaki odiandome ¿por qué te iba a llamar?

Shinki lo besó con ardiente pasión, mientras acariciaba su cuerpo. Boruto lo apartó de su cuerpo sintiendose más confundido que nunca. Miró a Shinki sin entender nada.

— ¿Por qué me besas Shinki? ¿Acaso tú...tú sigues amandome?

— Idiota ¿Y todavía lo preguntas? — Shinki lloraba debido a la desesperación que sentía ya que no quería volver a perderlo — Dios mío Boruto, jamás he dejado de amarte. Jamás.

Shinki lo abrazó llorando con intensidad, mientras Boruto lo acariciaba.

— Shinki te necesito mi amor, te necesito tanto.
— Aquí me tienes Boruto no dejaré que te lastimen, ni que nos separen otra vez.

— Me buscan....
— No mi vida, ya no. Tu madre fue asesinada por alguien ajeno a su
familia. Lo descubrieron los detectives. Tus hermanos y tus amigos están muy arrepentidos.

Aquello le dolió más, mucho más al rubio debido a la traición que había sufrido. Solo su amado Shinki confió en él hasta el final.

— Sabes que soy un experto buscando y rastreando mi vida. Debiste llamarme en vez de irte solo.

En silencio Boruto lo abrazó cerrando sus ojos, se sentía desfallecer.
— No te preocupes mi vida, te cuidaré.
— Ayúdame Shinki, ayúdame mi amor.

Boruto se durmió sintiendo que sus fuerzas se habían extinguido al completo. Pero ahora podía relajarse ya que estaba en los brazos de Shinki.