Indebido | Minayeon

17

Un día antes.

Estaba dudando de una amistad de unos cuantos años, pero sus acciones eran demasiado cuestionables. ¿Por qué se metió con la persona que me gustaba principalmente? Jamás me dijo que le tenía ganas.

Incluso Tzuyu había dicho que si tuviera la oportunidad, lo haría aun sabiendo que a mí me volvía "loca". ¿Por qué no lo había hecho Dahyun?
¿Qué carajos estaba ocurriendo con ella?

—Disculpame si te incomodé acerca de... Mina y tú.

—Esta bien.

El hombre apareció otra vez con una galletas y un postre que se veía demasiado apetecible para mí hambriento estómago.

—Comelo. Es la forma que puedo demostrar arrepentimiento.

—Gracias. Tengo una pregunta —comi un poco del postre, mirando fijamente algun punto de la mesa. Quería preguntarle acerca de Mina y ellas en sus días de preparatoria, pero sería extraño. Y en realidad mi pregunta no se relacionaba directamente a eso.

Momo suspiró, no supe cómo definir esa acción un tanto aliviada. Mis pensamientos estaban hechos un caos por todo lo que había ocurrido durante el trayecto del día.

Y luego esto que Momo me dice. Iba a estallar si no se lo decía a nadie en estos momentos. Y siquiera sabía si tenía amigas de verdad para llegar a charlar con ellas acerca de esto.

Mis padres probablemente se enojarían y Mina también. La opción era la Chewy y... Debía estar molesta conmigo.

—¿Por qué Dahyun aseguró que Mina y yo...?

—Las vió. —fruncí el ceño, realmente confundida porque le dejé claro a Mina que no haríamos cosas prohibidas en público. Momo negaba incrédula, parecía dudar de lo que diría— El día que Mina te llevó cargada... al poco tiempo ella dijo que se fue detrás de ustedes.

Sentí un escalofrío recorrer mi columna vertebral al reconocer ese día y trate de mantener mi neutralidad frente a la persona que parecía analizar mis expresiones.

—No puedo creerlo —dije riendo, porque sinceramente no podía creer lo que escuchaba. ¿Me estaba diciendo de Dahyun lo sabia desde hace semanas y lo mantenía como si no supiera nada?

Por eso le coqueteaba tanto... ¿Quería ver si yo reaccionaba a esa provocación?

—Asi fue que las vió... besándose y... tocándose.

—Dios, no. ¿Qué carajos...? —no pude continuar por mi risa nerviosa, enrojeciendo la suficiente para que lo notase— Lo siento... fue inevitable.

—Siento haberte ofendido, pero lo decía con tanta seguridad...

—Vale, no te preocupes. —dije como si me valiera un carajo lo que había descubierto— Debo irme. ¿Tu... le dirás...?

Negó rápidamente, poniéndose de pie para acompañarme a la salida. Y saber que no hablaría con Dahyun acerca de lo que me había dicho, me aliviaba un poco.

Hasta cierto punto, cuando regresara Mina debíamos hablar acerca de nosotras y de lo que sabía mi amiga. Si detener su impulso o... simplemente dejar de hacerlo que era la mejor opción.

—Necesito saber porque mintió.

—Ya somos dos...

El hombre que me había traído el postre aparece a su lado, susurrando algo en su oído que me fue difícil escuchar, sin embargo, la mujer solo asintió.