11

550 45 9
                                    

-¡Nayeon, voy a tumbar la jodida puerta! ¡Abrela! -no paraba de golpear con fuerza suficiente para asustarme. En verdad iba a tumbarla si seguía así.

¿Como llegamos a esto?

Estaba sacándome la ropa para irme a la ducha cuando escuché un ruido extraño provenir de la ventana, ¡de la jodida ventana!.

Experimenté un miedo terrible que caló en mis huesos, pero debía ser valiente y ver que ocurría, así que tomé valor para caminar y ver que demonios era eso, pero alguien ya había entrando.

El grito que solté fue como una de esas películas de terror, sin embargo, no esperé ver quien era ya que por la cabellera rubia lo supuse.

Entré al baño antes de que me atrapara, pero no pude pasar seguro para evitar que entrara porque ya estaba empujando para entrar y tenía que usar mi fuerza para que no lo hiciera, así que ahora mis fuerzas son pocas.

-¡No entiendo que demonios quieres! ¡Ve a tu habitación! -grité asustada de lo que sea que quería conmigo.

-Sore o hiraku! Watashi ga doa o kowashitara, anata wa tanoshī jikan o sugosu koto wa dekimasen yo! -advirtió, causando que mi cuerpo se estremeciera.

¿Por qué su japonés me causaba tanto acaloramiento? Incluso tuve que tragar saliva para no hacer que mi imaginación no fuese a volar tanto y pensar cosas... indebidas.

No me fuese avergonzado tanto decirlas, si no la manera de hacerlo. ¡Dios mío! ¡Lo dije con mucho erotismo!.

Quería no verla durante algunas horas, pero mis fuerzas no daban para más.

No sabía porque Mina me perseguía como una maniatica, o insistía en verme. Yo había encontrado mi razón de huir, y quería mantener mi mente en blanco para reflexionar un poco.

Mina podía follar con quién quisiera... ¿Verdad?

Torcí el gesto olvidándome por completo de la puerta y llevándome la mano a mi mentón cuando los pensamientos intrusivos y llenos de preguntas llegaron a mi cabeza.

Mina no podía hacerlo con quisiera porque primero debía dejar de hacerlo conmigo, aún cuando no se repetía, debía dejarme almenos de besarme para irse con otra... tipa.

Así que, si quería hacerlo y yo supiera de esos pensamientos, la evitaría aún cuando me muriera por sus caricias. No soportaría que esté conmigo y después se vaya con otra.

Era conmigo, o se olvidaba de mi en el aspecto que estamos ahora.

-Coneja escurridiza.

Cerré los párpados fuertemente, girando mi cuerpo con lentitud para enfrentar mi estupidez más grande, y respiré hondo para no demostrar mi estado vergonzoso.

-¿E-estas loca? Pudiste c-caerte subiendo por la venta...na. -mi voz se volvió un hilo cuando había recortado la distancia que teníamos. El sudor hacia que su cabello se pegará a su frente, además de verse muy enojada... se veía muy... muy sexy.

-¿Por qué me provocas y después huyes?

Tragué saliva con mucha dificultad cuando sus manos atraparon mi cintura y me apegaron a ella con mucha brusquedad, tanto que me hizo jadear de sorpresa.

Realmente no sabía que decir. No la estaba provocando, siquiera sabía que mi boca a soltar esas palabras.

-Onakagasuita... shinsen'na usagi ga tabetai.-jadeó directamente en mi oído, y no me dejó procesar bien sus palabras cuando estaba terminando de quitar la poca ropa que tenía mientras su boca regaba besos por todo mi cuello y parte de piel descubierta.

Indebido | MinayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora