Esa sonrisa no dejaba de estar en su mente y ese abrazo de no dejaba de hacerla sonreír como una tonta. Había querido tanto tiempo ver esa sonrisa genuina.
Había querido cambiar todo para hacerla reaccionar de esa decisión que había tomado, pero no podía hacer mucho si se aferraba a esa idea de vivir de los demás.
Aveces no se podía. Sólo ibas a vivir reprimido por miedo a ser libre únicamente porque las personas a tu alrededor iban a criticarte.
¿Quería decir que fingir estar bien para complacer a otros estaba bien?
Mina no pensaba asi. Su felicidad siempre estaba primero y su madre siempre lo supo, excepto que quiso creer que solo era "la edad". Mina sabía que iba a recibir mucho odio por su orientación por parte de su familia, pero no podía detenerse solo por eso.
Ella no era feliz fingiendo.
Detuvo un poco sus impulsos cuando se mudó a Corea, y porque su madre le decía que se comportara por su nueva hermana y por su nuevo padre.
Mina consideraba que era un buen hombre y se notaba a leguas que la quería genuinamente, solo por eso su rebeldía se había apaciguado y se mantuvo tranquila en cuanto a relaciones sexuales con mujeres.
—Mina
—Ya te complaci, Sana. —masculló, sus ánimos yéndose otra vez.
Le había dicho una pequeña mentira a Nayeon por su bien. Aunque, en parte, si era verdad que Sana se iba a Japón por el rumor que habia salido hace unos días.
—Quiero más, Mina.
Rodó los ojos, levantándose del sofá para ir por los caprichos de su querida amiga. Era totalmente insoportable cuando se lo proponía.
—No se porqué hago esto. —refunfuñó yendo a la cocina.
—Porque me quieres, por eso.
Sacó el envase repleto de helado y fue a parar al lado de Sana quien estaba en el jardín leyendo un periódico, siendo acompañada por su guardaespaldas.
—Me sorprende como sigues en forma con esto.
—Se debe a que la obligó a hacer ejercicio. La señorita suele ser perezosa para hacerlo por si sola. —dijo "tranquilamente" la mujer, mirando mal a Sana que comía el helado que Mina le había puesto sobre la mesa.
Sana no se había inmutado por tales calumnias que hablaba Jeongyeon, gimiendo ante el delicioso sabor de su helado.
No recordaba que eso sucediera, hacia sus ejercicios como se debía. No las recomendaciones que había hecho su entrenador —cinco o cuatro veces por semana—, sino una o dos veces porque Sana creía que era suficiente.
Jeongyeon sólo exageraba. Sana tenía suficiente con ser Idol, como para hacer ejercicio también por más de cuatro días.
—Lo hago por mis propios medios, Jeongyeon solo me quiere hacer sufrir.
—¡Por dios! ¡Media hora dos veces a la semana!
A eso se refería Sana. Su guardaespaldas era una exagerada. Con eso era suficiente, no casi dos horas cuatro veces a la semana.
—Jeongyeon, Necesitas follar. Shu-shu-shu —habló, reafirmando con su mano para que entendiera que debia irse lejos.
Mina notó como la mujer se ruborizó mientras se iba, refunfuñando negaciones acerca de lo que Sana habia dicho. Se sorprendía como seguía el trabajo como se debía cuando tenía a alguien como Sana de cliente.
Tomó asiento al lado de la misma, arrebatándole el periódico para distraerse y no estar al pendiente de su teléfono. Tenía la necesidad de mirarlo hasta saber de Nayeon justo antes de que esa cita llegara.
![](https://img.wattpad.com/cover/347825640-288-k118340.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Indebido | Minayeon
FanficTodo iba bien, aún cuando tenían sus diferencias por sus padres... su querencia jamás llegó a otro extremo... a otro sentimiento que no fuese familiar. Todo para ellas era normal y nada que fuese algo del otro mundo. ¿Como fue que cambió de algo nor...