Inesperado

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'Que mala suerte', pensó cuando ya estaba poniendo un pie afuera y la lluvia empezó a caer como cántaros, por lo que tuvo que regresarse adentro del edificio con una mueca es sus labios.

La cena era importante a la que tenía que ir. ¿Por qué carajos la lluvia tenía que dañar el momento?

Miró su reloj rodeando su muñeca, y habían pasado cinco minutos desde que tenía esperanzas que dejara de llover, pero no parecía posible y había solicitado que su personal se retirará para que no molestarán.

Su alrededor estaba con una o dos personas que también tenían esperanzas que la lluvia disminuyera un poco para irse, pero sus gestos torcidos sólo decían una cosa; abandonar su objetivo.

Probablemente ella también debía hacerlo. Cuando fue a tomar su móvil para avisar a su cita, éste ya estaba vibrando dentro de su cartera.

"No iré"

Suspiró al ver ese mensaje con un rechazo hacia su cita, se miró de pies a cabeza y se sintió indignada.

-Pudo haberlo dicho muchas horas antes la muy...

Claro, si fuese eso entonces Sana no estaria preparada para ir a la cena. Si embargo, hacerlo en este momento le fastidiaría porque ya estaba lista para verla.

Se dio media vuelta, siendo abordada por algunos fanáticos que estaban cerca del ascensor. Los atendió con una sonrisa como siempre, a pesar de no sentirse de buen humor para forzar una, pero sus fans no tenían la culpa de que la hayan plantado.

-¡Señorita!

-oh, Jeongyeon... -miró a la mencionada, reprimiendo una risa por el aspecto que la pelocorto se cargaba mientras recortaba la distancia entre ellas.- Te ves... hermosa.

-No hablé, por favor. Ésto -la mencionada se señaló así misma, haciendo referencia al aspecto mojado que tenía-, es su culpa.

Sana no tuvo más que levantar una de sus cejas, mirando a la jefa encargada de su seguridad con una sonrisa incontenible en sus labios.

¿Como la estaba culpando de algo que no estuvo en sus planes? Además, tampoco la había enviado a estar debajo de la fuerte lluvia.

-No te envié a jugar en la lluvia -se burló, haciendo que la mujer de cabello corto la mirase mal.

Sana no contuvo la risa que, hace segundos de verla con ese aspecto, estaba reteniendo cubriendo su boca, cuando las puertas del ascensor se abrían para ellas.

Salió con la risa incontenible, tomando dirección hacia su habitación bajo las protestas de una molesta Jeongyeon que escurría agua cada paso que daba detrás de Minatozaki Sana.

-Espera, no entraras a mi departamento así. Ve a cambiarte, infantil.

-¡No estaba jugando!

Sana no le importó la molestia que tenía, y solo le cerró la puerta en la cara. No podía permitir que mojara la hermosa alfombra que tenía en su piso.

Jeongyeon tenía atribuciones, pero dañar la alfombra no era una de ellas.

La castaña no tardó tanto en cambiarse para esperar a quien tendría información de lo que habia ordenado investigar, en la extensa sala de estar de su suite, trayendo consigo una botella de vino.

Llenó una copa, bebiendo un sorbo en el mismo momento para pensar acerca del reciente rechazo que le habían hecho. Quería saber el motivo.

Solo pidió una cena normal entre amigos que tenían tiempo sin verse. Le parecía extraño que aceptase días antes, después se negase a la hora pautada. Sólo era una cita de amigos, de un reencuentro para saber cómo estaba todo y obviamente insinuaciones de por medio.

Indebido | MinayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora