—¿Te gustó? —me fui subiendo sobre su cuerpo, arrastrando la preciosa prenda que tenía encima.La pregunta era tonta si solo me fijaba en su perversa mirada, pero no estaria mal escucharlo de su boca.
Cometí algunos errores, y realmente no eran errores en si, sino más sensualidad a algunos movimientos para provocarla de más.
Desde que llegamos aqui había dicho que iba a dormir en la sala de estar porque yo me sentia "mal", aún sabiendo que era una verdadera mentira para irme de la cena.
Creí que se iría con aquella misteriosa chica, pero decidió quedarse porque quería cuidarme.
Su verdadero motivo, me habia prometido no hacer cosas imprudentes. Y hacerlo en este momento lo era. Mamá o papá podían llegar en cualquier momento y sería otro susto.—Nayeon... —suspiró— Me hiciste prometer que no lo harías así...
Torci el gesto, escondiendo mi rostro en el hueco de su cuello.
Lo sabía, sin embargo, escuchar como hablaba con esa chica... sólo queria marcarla en lugares específicos donde esa tal Shiba lo notase. Era algo totalmente absurdo y estúpido, pero no quería... qué se fuese con otra chica por no satisfacerla.
—Quiero complacerte, Minari —mordí su mejilla y me quedé a solo centímetros de sus preciosos labios— No me detengas... por favor
Formé un puchero, dejando una mirada suplicante para que comprendiera mi necesidad.
—Dios... —se acostó en la cama con los brazos extendidos, demostrando que se dejaría hacer lo que yo pedía— Eres una pervertida.
Traté de contener la sonrisa tímida con el sonrojo que se mostraba en mis mejillas y continúe con mi hazaña. No tenía tanta experiencia como mi hermana, pero sabía lo necesario para hacerla gemir.
—Te dije que no tengo nada con Sana... no tienes necesidad de marcarme.
Me hundi en la vergüenza cuando estaba dejando una marca en su cuello, ademas de su risa burlona. Levantó mi cara con sus manos, besándome sin contenerse.
Sus labios no dejaban de sentirse bien, su lengua no dejaba de explorar mi boca con habilidad y los chasquidos cuando los alejábamos hacían que mi cuerpo vibrará.
Eran pequeños estímulos que solo me mojaban, a pesar de que era yo quien la estaba acariciando a ella.
—Creeme, Nayeon... sólo me interesas tu...
Dejó un beso en mi frente como finalización de nuestros besos y mostró su preciosa sonrisa de lado.
—No sabía que eras tan posesiva.
—Mira quien habla —refunfuñe totalmente avergonzada, llegando a sus pechos desnudos y suaves.
Antes de que ocurriera esto, Mina no dejaba que nadie se acercara a mi con intenciones lascivas. Al menos cuando ella estuviese a mi lado que era casi siempre cuando salíamos, ya fuese con mamá o papá.
Mina siempre ha sido así desde que tenemos confianza.
Empecé a lamer uno de sus pechos, cambiando a chupadas cuando jadeaba más alto y su espalda se arqueaba cuando yo me alejaba, pero lo que me estremeció con intensidad fue cuando mordí su pezón y ella gruñó, empujando mi cabeza con sus manos para que no me despegara.
—Nayeon-ahh... tu... siempre has... sido mía...
Bajé por su vientre sientiendo una fuerte ola de calor, repartiendo besos húmedos por toda esa piel suave y tersa. Y era realmente deleitable como su vientre se movía con rapidez cuando llegue a su pantalón.
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Indebido | Minayeon
FanfictionTodo iba bien, aún cuando tenían sus diferencias por sus padres... su querencia jamás llegó a otro extremo... a otro sentimiento que no fuese familiar. Todo para ellas era normal y nada que fuese algo del otro mundo. ¿Como fue que cambió de algo nor...