Indebido | Minayeon

19

—Dejen esas caras ¿Si?

Mina rodó los ojos cruzándose de brazos y yo no pude más que sonreír forzadamente cuando íbamos al hotel donde nos quedaríamos.

Al distrito Suwon.

Eso me envía ciertos recuerdos que quisiera y no quisiera recordar. Como cuando Mina se besó con... esa tipa en la fiesta o cuando me callo con su boca porque era la única manera de hacerlo.

Podía decirse que fue el cambio de muestras vidas.

—Podemos ver a Shuhua ¿Sabes?

Puse atención en Mina que me mostraba una sonrisa leve al mencionar eso, pero no tenía idea de quien era esa persona de la que hablaba.

—¿Shuhua?

—¿Quien es Shuhua? —preguntó mamá mirándonos a través del espejo con el ceño fruncido.— Ah... ¿Esa chica?

Mina asintió con la cabeza como respuesta a su madre, quien sólo mostró impresión después de balbucear cosas que solo Mina comprendió.

—La chica con quién estabas... coqueteando... —masculló entornando los ojos para que quizás recordara aquello, pero era realmente imposible con esa explicación. No recordaba que alguien haya coqueteado conmigo, sino aquellos chicos que se querían lanzar sobre mi.

Lo que si recordaba claramente era como le estaba comiendo la boca a esa tipa.

—¿A la que tú le estabas comiendo la boca? —ironicé, entrecerrando la mirada.

Mina torció el gesto, volteando a mirar hacia la ventana del auto como si no estuviese hablando con ella en absoluto.

Las ganas de preguntar por esa tal Shuhua habían desaparecido de ella en un instante. ¿Era esa Shuhua de la que hablaba que casi le sacaba el alma por la boca?
No supe porque simplemente se colocó los auriculares.

....

—La cena será cerca de aquí -papá miró el reloj— Si van a salir, estén aquí antes de las siete y Mina... comportarte.

La mencionada abrió la boca como si la estuviesen ofendiendo, llevando la mano a su pecho para exagerar más su expresión.

Mamá también se le acercó, acariciando su mejilla. —Hazle caso a tu padre.

Apreté mis labios para no reír, cruzandome de brazos mientras veía como seguía evidentemente ofendida por las palabras de nuestros padres.

—¿Qué significa eso?

—¡Hemos escuchado rumores que dejaste varios chicos enamorados aquí! —gritó mamá detrás de papá quien iba hablando por teléfono.

Más atrás estaban quienes llevaban nuestras maletas, por lo que no debíamos preocuparnos de hacerlo nosotras mismas.

—¿Eh? —Mina frunció el ceño, evidentemente confundida.— Si solo he cogido con mujeres aquí.

Golpeé su hombro inmediatamente que escuché esa información que definitivamente no me interesaba, haciéndola retroceder porque no se lo esperaba.

,—¿Eh? —repitió, pero yo estaba caminando lejos de ella a un lugar donde podían darme comida.

No había comido desde la mañana porque gracias a que Mina me folló, apenas logramos comer una porción de lo que mamá había preparado porque ya estaban esperándonos en el auto.

Sólo nos dejaron preparar algo de ropa. Yo eché la culpa a Mina, porque así era. Todo fue culpa y su deseo incontenible por follarme.

—No es por ahí, Pervertida.