Indebido | Minayeon

04 (Editando)

POV Nayeon.

-Nayeon... ¡Nayeon!

-¿¡Qué!?

Tuve que tapar mi boca rápidamente, murmurando unas disculpas por el ruido que había hecho.

La clase de historia siempre estaba en un silencio molestó porque así lo exigia la profesora Irene. Y vaya que sabía cómo controlarnos, ya que hacía que el director nos castigará si no obedeciamos su petición.

Eso era amenaza, ¿Como podía definirlo como petición?

Esa mujer estaba loca.

Tzuyu me miraba desde su asiento y Dahyun que estaba a mi lado, tampoco apartada su mirada inquisitiva de mi. La calentura en mis mejillas no bajó hasta que la clase terminó y pude irme a la cafetería antes de que me hicieran preguntas que no tenía respuesta.

No sabía porque estaba tan distraída.

-Lo de siempre, por favor.

-Sueltalo, ahora. -Dahyun llegó a mi lado con una mirada entrecerrada junto con Tzuyu que se colocó en mi otro costado, ambas mirándome.

-Nayeon, ¿Que te está comiendo la cabeza? -lanzó la otra, tomando el pedido que yo habia hecho cuando mis manos se habían extendido.

Resoplé.

¿Valía la pena pensar tanto en eso? Dios. Era tan molesto. Bien podía decirle mi distracción, pero ¿Ellas lo tomarían como yo?

¡No!

Probablemente solo digan que Mina es una indecente por hacer aquello conmigo. Y yo no lo veo de esa manera. Diría que no es normal, pero Mina dijo que fue un método para callarme, y supuso bien en que iba a funcionar.

Mis amigas parloteaban de lo que "tenía" en mi cabeza. Y siempre llegaban a la conclusión de que alguien me estaba gustando.

Estaban tan lejos de la realidad.

Era mi hermana, y no me gustaba. Solo me distraía el porqué no me asqueó. Simplemente me dió un impacto grande que duró unas cuantas horas, pero nada más.

-¡No! ¡Que asco! -refuté cuando empezaron a decir nombres de hombres.

En mi frente estaba plasmada la palabra gay, y ellas lo sabían porque ya estaban riéndose de mi reacción.

-Admite que Choi San está bueno.

-Que acepte, no quiere decir que me vaya a gustar. Son sus estándares, no los míos.

Estábamos en Seul, todos los estudiantes son jodidamente hermosos. Solo hay uno que otro extranjero, y de igual manera son lindos también.

Pero... no llamaban mi atención, mi única distracción en ese sentido era Hirai Momo, una profesora de... mi clase de anatomía.

Me pongo roja de solo pensar cómo mueve su trasero cuando camina o de como su boca está muy... provocativa.

-Hirai...

-¿¡Que!? -exclamaron ambas al oír mi susurro y una tercera persona se unió también.

No se de qué se sorprende si ellas ya lo suponían.

-Nani!?

Brinqué de mi asiento cuando estuvo cerca de mi oído y me dió un puto susto que casi moría por su culpa.

Al momento de ver de quién se trataba, la golpeé repetidas veces en su hombro para que dejara de hacer algo que me matara algun día.

No es la única vez que lo hace. Y aún no sé porque el director le permite el paso a una exalumna de esta Preparatoria.