-Mamá, ¿Que haces?
-Cariño ¿Como amaneciste? -me saludo con una sonrisa y volvió a hacer arreglos en la casa. Estaba quitando los viejos sofás de la sala de estar y muchas cosas más.- Tendremos unos más cómodos, y esto dará una mala impresión a nuestros invitados.
Abrí la boca cuando estaba guardando en una caja los decorativos que Mina y yo le hicimos hace dos años.
Estaba muy impresionada por eso que estaba haciendo solo por... ¿dos chicos?
-Dijiste que traía suerte.
-Tambien traerán suerte guardados, nena, no te preocupes.
Me sentía indignada y... mi madrastra, ya no me estaba cayendo bien del todo desde ese momento.
Me retiré para ir a la cocina y beber algo que bajara mi molestia.
Torci el gesto cuando hice un movimiento que me hizo doler la espalda, lo cual trajo recuerdos que enrojecieron mi cara y me hizo cubrirla con mis manos.
Mina me había follado en un auto... ¡en el auto de su madre! Y no es lo que me avergüenza, o causa extrañes, es el hecho que le permiti hacerlo.
-Oh, dios.
Necesitaba buscar a Dios, ¡Porque realmente no me arrepientia de hacerlo!
Bebí el jugo que saque del refrigerador y trate de aclara mis pensamientos. Quizás solo estaba confundida, y solo debía hablarlo con ella para que eso no se repitiera por más que quisiéramos porque...
-Hola, nabong -me tomó de la cintura y me llevó contra ella para besar mi boca con lentitud, algo que casi me hace olvidar donde estamos cuando le correspondí muy bien.- ¿Dónde está mi desayuno?
Miré a nuestro alrededor para asegurarme que no estuviese nadie, y respiré aliviada cuando no lo había. Mina buscaba su desayuno en cualquier parte de la cocina, pero no lo iba a encontrar porque mamá no dejó eso para nosotras.
Era lo que iba a preguntarle antes de que me hiciera enojar con su actitud hacia esos... Chicos.
-¿Que quieres? Mamá está ocupada. -me ofrecí y quise retener los impulsos, pero no podía.
Mina y yo nos abrazamos casi siempre y detenerlo en este punto era imposible, así que rodeé su torso y ella terminó dejando su brazo por mis hombros.
-Chocolate.
-No me jodas, Pingüino. -me quejé, alejándome, pero no me dejó hacerlo ante sus risitas.
No sabía hacer chocolate caliente y ella lo sabía.
Estuvo tarareando, mostrándose pensativa cuando levanté la mirada hacia ella. Incluso tenía el dedo índice apoyandose en su mentón. Sus labios se veían más provocativos de lo normal y su perfume me incitaba a acercarme a su cuello donde parecía salir el olor.
Pro sacudi mi cabeza, y volví a estar en la cocina mirando hacia la puerta que estaba cerrada. Sin embargo, el como Mina besó mi mejilla y su aliento golpeó mi nariz me hizo tener esos pensamientos intrusivos.
-Quiero desayunarte a ti, coneja.
Cerré los ojos con fuerza, apretando mis puños y tragando saliva para hacer a un lado esa deliciosa sensación que me recorrió al oírla decir eso.
-Estamos en casa, tonta.
-Vamos a tu habitación entonces. -susurró eróticamente en mi oído, su mano girando mi rostro para probar mi boca otra vez, pero la empujé lejos de mi cuando alguien abrió la puerta.
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Indebido | Minayeon
FanfictionTodo iba bien, aún cuando tenían sus diferencias por sus padres... su querencia jamás llegó a otro extremo... a otro sentimiento que no fuese familiar. Todo para ellas era normal y nada que fuese algo del otro mundo. ¿Como fue que cambió de algo nor...