NARRA MIA
Terminé de recoger un par de mesas y de atender a los clientes cuando mi jefe me hizo un gesto para que me acercara.
—Solo quería confirmar que tú y tu grupo seguís pudiendo tocar mañana, quedarme sin actuación sería una catástrofe —dijo con cierta preocupación en su voz.
Entendía en parte sus nervios. La gente esperaba con ansias las actuaciones que se celebraban los fines de semana, por lo que quedarte sin ella, sería una gran decepción para los clientes.
—Estate tranquilo, puedes contar con nosotros. —Le dediqué una sonrisa—. Hemos compuesto algunas canciones nuevas. Habíamos pensado en tocar alguna para que si viene alguien que nos escuchó la otra vez, tenga variedad. ¿Qué te parece?
—Tenéis vía libre para tocar lo que queráis, ya lo sabes.
—Genial, voy a seguir atendiendo a los clientes. —Me acerqué a la mesa que acababan de ocupar para coger su pedido y me fui de vuelta a la barra para coger todo lo que me habían dicho.
Aunque ya no era la primera vez que tocábamos, seguía estando igual o incluso más nerviosa. Quería que todo saliera perfecto. Nunca se sabía dónde podía estar la oportunidad que nos llevara directos al éxito.
Durante todas las horas que estuve trabajando, no podía parar de tararear en mi mente cada una de las canciones. En especial, una de las últimas que había compuesto Noah, había quedado increíble y era tan pegadiza que no podía sacármela de la cabeza. Esperaba que a la gente le gustase tanto como a nosotros.
Sin darme cuenta, ya había llegado el momento del cierre. Me iba a poner a recoger las sillas cuando mi jefe volvió a llamar mi atención:
—No te preocupes, hoy me encargo de cerrar yo —dijo desde su despacho—. Puedes irte a casa a descansar, que mañana tienes una actuación.
—Gracias.
Me dirigí a recoger mi mochila y mi chaqueta para salir del local, donde como siempre que tenía turno de noche, Noah estaba esperándome para volver a casa.
—De verdad, no hace falta que vengas a buscar. —Empezamos a caminar—. No quiero que estés pasando aquí frío por mi culpa.
—Dejarte volver a casa sola tan tarde nunca va a ser una opción, Mia.
—¿No voy a conseguir convencerte nunca de que no hace falta que vengas?
—Efectivamente. —Soltó una carcajada y guardó las manos en los bolsillos de su abrigo.
Él tenía la punta de la nariz y las mejillas rosáceas a causa del frío y su cabello azabache había sido despeinado por la gélida brisa que recorría las calles bajo la luz de la luna.
Por suerte, no tardamos demasiado en llegar al piso. Me fui corriendo a dar una ducha caliente y tras eso, me dirigí de nuevo a la cocina a coger algo ligero para cenar antes de irme a dormir.
—Me imagino que tú ya cenarías. —Noah asintió—. ¿Mark hoy tenía que trabajar?
—En teoría creo que no, pero estará con alguna de sus muchas novias. —Se sentó al otro lado de la mesa para hacerme compañía mientras cenaba—. ¿Preparada para mañana?
—Estoy deseando que llegue. —Sonreí emocionada—. ¿Nervioso?
—Bastante —contestó—. Llevo todo el día tratando de mantenerme ocupado para no pensar en eso.
—Todo va a salir genial, ya lo verás.
Él asintió.
Estaba un poco preocupada por él. Noah trataba de ocultar sus nervios tanto como podía, pero podía percibir que estaba más nervioso de lo que quería transmitir. Por lo menos, esta vez no estaba tratando de forma tan extraña como en la anterior actuación.
Cuando terminé de cenar, cada uno nos fuimos a nuestra habitación para descansar. Teníamos que estar frescos para que mañana todo fuese bien.
(...)
No podía parar de dar vueltas en la cama. No había sido capaz de dormir nada. Cogí mi teléfono para ver la hora. Todavía eran solo las tres de la mañana.
Solté un suspiro y me levanté de la cama. Me envolví en mi suave manta y abrí la puerta de mi habitación con cuidado para no despertar a los chicos, aunque ni siquiera sabía si Mark estaba pasando la noche aquí o seguía en paradero desconocido.
Del salón surgía algo de luz y sonido. Alguien parecía estar viendo la televisión. Me asomé y vi a Mark. Estaba mirando por la ventana ignorando por completo la película que estaba siendo emitida. Solo llevaba los pantalones del pijama y noté cómo mis mejillas empezaban a arder. Por mucho que me molestase, no podía negar que era realmente atractivo.
—Más te vale no ponerte malo antes de mañana. —Murmuré para tratar de no despertar a Noah mientras le lanzaba mi manta.
Su atención se dirigió hacia mí y se pasó la manta por encima de sus hombros.
—Si te vas a poner nerviosa, me pongo la camiseta. —En su rostro se dibujó una sonrisa pícara y yo me senté en el sofá con él.
—No hay nada que puedas hacer que me ponga nerviosa, Mark —susurré y de pronto él se acercó más a mí. Nuestras caras quedaron a sólo unos centímetros de distancia y con delicadeza colocó un mechón que caía sobre mi cara tras mi oreja.
Pude apreciar como su mirada bajaba hacia mis labios y tras eso le di un pequeño empujón para recuperar la distancia que nos separaba al principio.
—Eres incorregible —volví a hablar y él trató de ahogar una carcajada. Lo último que queríamos era despertar a Noah—. ¿Tú tampoco puedes dormir por la actuación? —Él me tendió un trozo de mi manta para que también pudiese taparme.
—No es por la actuación por lo que no puedo dormir.
—¿Entonces por qué? —Apoyé mi cabeza sobre el respaldo del sofá mientras seguía mirándole y me cubrí hasta los hombros con la manta.
Él comenzó a jugar con el borde de la manta y se tomó unos segundos antes de responder.
—¿Te acuerdas que te hablé de la hermana de Alaska? —Yo solo asentí—. Mañana es justo la fecha en la que murió. Todos los años voy a llevarle flores al cementerio, pero este año, creo que por haberme reencontrado con Alaska, me siento peor que de costumbre.
—Si quieres puedo acompañarte.
Él negó.
—Te lo agradezco, pero es algo que tengo que hacer solo. —Su sonrisa estaba envuelta en un aura de tristeza.
—Si necesitas cualquier cosa, sabes que puedes contar tanto conmigo como con Noah.
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Rockstar
General FictionLlevaban años tocando todos juntos y su sueño era llegar a tocar en grandes escenarios sus canciones frente miles de personas. Sin embargo, un día, la banda se deshace, pero eso no impide a Mia abandonar su sueño y hacer todo lo posible por consegui...