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La noticia sacudió a Mikey hasta lo más profundo de su ser. Un escalofrío recorrió su espalda mientras sus ojos se llenaban de furia y preocupación. Se apresuró a bajar los escalones de su oficina, siguiendo las indicaciones de su subordinado hacia donde estaba siendo atendida TN, su esposa, y Raito, su hijo pequeño.
Al llegar al lugar, encontró a TN pálida y herida, pero aún consciente, mientras los médicos luchaban por estabilizarla. Raito, asustado y confundido, se aferraba a su madre, sus ojitos llenos de lágrimas mientras observaba la escena caótica a su alrededor.
Mikey se acercó rápidamente, su rostro una máscara de determinación y preocupación.
Mikey. TN, estoy aquí. Voy a cuidar de ustedes. Raito, cariño, estamos juntos en esto. Todo estará bien dijo
TN le dedicó una sonrisa débil, su mano temblorosa buscando la de Mikey.
Tn. Estamos bien, Mikey. Vamos a superar esto juntos +susurró con voz tenue, su mirada llena de amor y confianza-
Mientras los médicos seguían trabajando incansablemente para estabilizar a TN, Mikey se volvió hacia Raito, arrodillándose a su lado.
Mikey . Raito, sé que esto es aterrador, pero mamá está en buenas manos. Tenemos que ser valientes por ella y por nosotros mismos. Estamos juntos en esto, ¿de acuerdo?
