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Nozomi se sentía nerviosa por la conversación que estaba a punto de tener con su padre, Chifuyu. El distanciamiento entre ellos se había vuelto evidente, y Nozomi sabía que debía abordar el tema delicado que la preocupaba.
Un día, reunió el coraje para hablar con Chifuyu y, con la mirada fija en el suelo, comenzó:
Nozomi. Papá, necesito contarte algo importante.
Chifuyu, aunque sorprendido por la seriedad de su tono, asintió para animarla a continuar.
Nozomi. No estoy segura de cómo decirlo -murmuró Nozomi, jugueteando nerviosamente con sus manos- He estado viendo a alguien, papá, y quería que lo supieras"m.
Chifuyu la miró con atención, esperando a que continuara. Nozomi, finalmente, pronunció el nombre que resonaba en su mente:
Nozomi. Es Mako, el hijo de Baji
Chifuyu, al escuchar el nombre, sintió una mezcla de emociones. La conexión entre Nozomi y Mako, siendo hijo de un amigo cercano, era algo que no esperaba. Guardó silencio por un momento antes de responder:
Nozomi. Entiendo. Nozomi, quiero que seas feliz, pero también necesitas comprender que esto puede afectar nuestras relaciones con Baji y su familia
Nozomi asintió, consciente de las posibles complicaciones. Chifuyu, a pesar de sus reservas, intentó mantener una actitud abierta.
