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En una tranquila tarde en casa, TN y Mizu disfrutaban de momentos tiernos juntos. Mizu, siendo aún un bebé, reía mientras TN lo sostenía y jugaba con él. La escena no pasó desapercibida para Izana, quien, al entrar en la habitación, notó la estrecha conexión entre su hijo y TN.
Izana : Parece que alguien disfruta mucho con su mamá, ¿verdad, Mizu?
TN : Sí, parece que sí. ¿Quieres cargarlo, Izana?
Izana : Claro, no me vendría mal un poco de tiempo de calidad con mi hijo.
Sin embargo, a medida que Izana sostenía a Mizu, notaba la mirada curiosa y expectante del bebé hacia TN.
TN : Parece que tiene un apego especial a su mamá.
Izana : Sí, bueno, supongo que todos los bebés son así, ¿no?
A pesar de su intento de ocultarlo, Izana no pudo evitar sentir una pizca de celos al ver la conexión innegable entre Mizu y TN.
TN : ¿Ves, Izana? Mizu siempre se ríe más contigo.
Izana : Bueno, ¿quién podría resistirse a la alegría de su madre?
TN : ¡Oh, venga! Seguro que tienes tus propias maneras de hacerlo reír.
Izana : Claro que sí, pero… parece que tiene una debilidad especial por ti.
La conversación continuó con un tono ligero, pero la pequeña chispa de celos en Izana no pasó desapercibida. Mientras tanto, Mizu seguía disfrutando de la atención de ambos, sin percatarse de la sutil tensión entre sus padres. La dinámica familiar continuó, con Izana lidiando con sus propios sentimientos mientras aprendía a equilibrar el tiempo entre él y TN para asegurarse de que Mizu recibiera amor y cuidado de ambos.
