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En medio de la pelea acalorada entre TN y Hanma, la tensión en la habitación era palpable. Las palabras afiladas volaban de un lado a otro mientras intentaban resolver sus diferencias. En un momento de intensidad, TN, decidida a poner fin a la discusión, lanzó un golpe certero hacia la nuca de Hanma.
El golpe tomó a Hanma por sorpresa, haciéndolo retroceder unos pasos.
Hanma. Mujer!! No hay porque utilizar la violencia!!
Yū, observaba la escena con una sonrisa traviesa en su rostro.
Yū. ¡Ja! ¡Eso le pasa por hacer enojar a mamá! -exclamó, burlándose de su padre.-
Hanma, sintiéndose un poco aturdido por el golpe, no pudo evitar soltar una risa irónica.
Hanma. Parece que nuestro hijo tiene razón. Quizás debería aprender a no provocar a mamá -dijo, tratando de aliviar la tensión con un toque de humor-
TN, aunque todavía molesta, también encontró la situación un poco cómica y sonrió de lado.
TN. Sí, quizás deberías tomarlo como una lección
A pesar de la pelea, la familia encontró un momento de ligereza en medio de la tensión. A veces, incluso en los momentos más difíciles, el amor y el humor podían unirlos y recordarles la importancia de la familia y el respeto mutuo. Con una mirada cómplice, TN y Hanma se dieron cuenta de que, a pesar de sus diferencias, estaban juntos en esto y seguirían adelante como una familia unida.
