''Capítulo 42''

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Por JR:

Habían pasado unas semanas desde aquella noche en el bar con BumZu. Y la verdad, es que con el pasar de los días solo me sentía cada vez más impotente y más incapaz de volver a ser el JongHyun de antes. Sentía que el tratamiento no estaba funcionando, que para cuando logre recuperar la memoria sea demasiado tarde, y finalmente haya perdido a Ren para siempre.

Pero el doctor me decía todo lo contrario, me decía que mi avance era considerable bueno, bastante para el tiempo que llevaba con el tratamiento. Que simplemente era cuestión de esperar un poco más, que la memoria podría volver por si sola, o por alguna fuerte impresión, pero esto último podría resultar peligroso para mi salud. Ya que no sabemos el daño a profundidad que pudo sufrir mi cerebro después del accidente.

Pero, si todavía no daba por vencido en todo esto, era por una sola razón. Ren. Ese hermoso chico de cabello rubio, con sus ojos grandes, radiantes y llenos de inmensa ternura. Yo era el responsable de borrar ese brillo en su mirada, pero también sería el responsable de recuperarla. No iba a descansar hasta enmendar todo el daño que a sufrido por mi culpa; o mejor dicho, que hemos sufrido por culpa de ese estúpido accidente.

Por esa razón no iba a seguir esperando de brazos cruzados, esperando a que mi madre se recuperara para poder enfrentarla, yo mismo iba a buscar las respuestas a todo este gran enigma. Lo único que me preocupaba era mi hijo. Es cierto que mi relación con JaeBin ya no es buena, claramente no tengo ningún sentimiento de amor hacía ella. Pero aún así, es la madre de mi hijo, además de mi esposa. Por muy falsa que haya sido nuestra boda, no deja de serlo y se supone que debo respetarla.

Aún así, mi amor por Ren es más grande y fuerte que cualquiera otra cosa, por lo que no estoy dispuesto a renunciar a él. Y estoy seguro de que cuando mi hijo tenga la edad necesaria para poder explicarle, él podrá entenderlo sin problemas. Así que con ayuda de BumZu, como siempre, mandé a citar a la única persona que podría ayudarme sin tener ningún tipo de problema. La misma persona a la que siempre recurría en el pasado según me dijo BumZu.

Te veo algo nervioso.—comentó BumZu, sacándome de mis pensamientos. Nos encontrábamos en su casa, a la espera de esa persona de la que no deja de hablarme.

Lo estoy, pero más que nervioso, estoy desesperado.—confesé con sinceridad, me moría de ganas de hablar con esa persona.—Quiero escucharlo, quiero saber la verdad. Quiero por fin saber como era antes, como era mi vida junto a Ren y todas las personas a las que quería.

No te preocupes, él no tarda en llegar. Cuando lo haga, podrás hacer todas las preguntas que quieras.—indicó, mirando el reloj en su muñeca.—Pero créeme, el también te hará muchas preguntas, ya que él también tiene muchas dudas de lo que pasó. Además de que te aprecia mucho, tanto como a un hermano.

Normal, ¿dices qué era mi mejor amigo, no?—pregunté, intrigado. Ya lo había visto un par de veces después de mi accidente, pero jamás tuve la oportunidad de hablar con él como ahora.

Así es, los mejores amigos.—respondió con una gran sonrisa, justo antes de que llamaran a la puerta a través del timbre.Creo que ya llegó, estoy seguro de que debe ser él.

Sentía como las manos me sudaban, tenía los nervios a flor de piel, pero era de esperarse. Estaba a punto de aclararlo todo, estaba seguro de que él me ayudaría a recordar, o al menos aclarar todo esto; incluso ayudarme a recuperar mi vida al lado de Ren.

Hola, Aron.—saludó BumZu, una vez abrió la puerta. Dejándome ver que se trataba de él, de Aron. Y no sé cómo explicar la sensación que tuve al verlo, quizás nostalgia, pero no estaba seguro.

''En mis recuerdos''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora