''En mis recuerdos''

''Capítulo 19''

Por Ren:

Por más semanas que pasaban, mi corazón y mi mente aún no olvidaban a JongHyun. Él seguía tan presente en mi memoria. No lograba olvidar su voz, ni mucho menos su perfecta sonrisa; capaz de iluminar un día gris y lluvioso. Mi vida sin él era realmente vacía, y poco a poco me fui dando cuenta que seguir en aquel apartamento no me hacía ningún bien. Habían demasiados recuerdos. Tantos que no podía contener el llanto cada vez que pensaba en ellos.

Con todo el dolor de mi alma, decidí pasar algo de tiempo en casa de Aron y MinHyun. Ellos no dejaban de repetir que era lo correcto, al menos hasta que todo se aclarara y pudiera tomar una decisión definitiva. Quería desalojar el apartamento, aquel que consideraba nuestro hogar, para así comenzar de nuevo. Pero una pequeña parte de mí, en lo más profundo de mi corazón, aún tenía la esperanza de que JR volvería en cualquier momento y las cosas volverían a la normalidad.

JR no me recordaba, estaba al tanto de ello. Los chicos y yo nos habíamos enterado hace poco gracias a BumZu, él nos lo había contado todo. Nos contó que JR había perdido la memoria y que la señora Kim se aprovechó de ello para montarle una falsa vida. Justo la que ella siempre soñó para él. En un principio, quería ir a buscarle, rescatarlo de las garras de aquella hiena. Pero algo me decía que si ponía un pie en esa casa, las cosas solo se pondrían aún peor.

También nos contó que JR ya estaba bajo un tratamiento médico, uno para poder recuperar la memoria. BumZu me contó que JR no dejaba de pensar en mí, aunque fuera inconscientemente. Aunque aún no lograba recordarme con claridad. Me dijo que lo mejor era esperar, que si intentabamos forzar su memoria, esta podría dañarse y jamás recordar nada. Debo admitir que eso me asustaba, pero tampoco pensaba quedarme de brazos cruzados y no hacer nada. Tenía que haber algún modo, al menos eso quería pensar.

Aquella noche, luego de terminar de acomodar mis cosas en casa de Aron y Min, decidí ir a beber un poco con ellos. Por un momento, yo también quería perder la memoria, no sentir esa maldita frustración de no poder hacer nada para recuperar a mi JongHyun. Y mucho menos soportaba imaginarlo en brazos de esa mujer, la que ahora decía ser su esposa. Porque ahora todo tenía un poco más de sentido.

Todo este malentendido, no era más que parte de un sucio y despiadado plan de la señora Kim. No sé porque, pero algo me decía que ella tenía que ver con el accidente de JR, y esa otra chica también era cómplice. Mi pobre JongHyun estaba rodeado y custodiado por un par de arpias, a las cuales no les importaba en lo más mínimo sus sentimientos. Pero tarde o temprano, sé que JR se dará cuenta de ello y entonces toda esta pesadilla llegará a su fin.

Estaba más que seguro de que la señora Kim ya estaba al tanto de mi relación con JongHyun. No sé si fue el propio JR quien se lo dijo, o si ella lo descubrió por su cuenta. Pero todo este plan solo podía significar una cosa, y es que ella se oponía a nuestra relación. Ella jamás permitiría que nosotros fuéramos felices. Pero si en verdad piensa que puede salirse con la suya, está muy equivocada, no voy a dejar que me quite a mi preciado JongHyun.

Dejando todo aquello de lado, intenté disfrutar mi salida con los chicos. Al final, BaekHo, Jason, MinSeok y Nana habían venido a pasarla bien con nosotros. En verdad no me había dado cuenta de lo mucho que extrañaba salir con ellos, tal y como en los viejos tiempos. No hacíamos más que beber y bromear sobre viejas historias de cuando éramos niños. Sin darnos cuenta, todos estábamos ebrios, todos menos Aron. Él es realmente bueno tomando. Puedo jurar que nunca lo he visto tomado, aún cuando ya se haya bebido cuatro botellas de Soju.

Luego de un rato comencé a sentirme observado, pero al no ver nada sospechoso, traté de no darle demasiada importancia. Quizás solo era cosa mía. Y es que, poco a poco, el alcohol fue haciendo efecto; y como era de esperarse, comencé a sentirme mareado y con muchísimas nauseas. Rápidamente les dije a los chicos que iría al baño, Aron se ofreció a acompañarme, pero le dije que estaría bien. La verdad, no quería que me viera vomitar, me hacía sentir muy incómodo y avergonzado.