''Capítulo 23''

65 9 20
                                    

Por Ren:

No iba a mentir, cada parte de mi cuerpo temblaba ante los nervios y la excitación, ante el deseo de volver a estar con JR. Y cuando sentí sus dedos deslizándose dentro de mí, todo mi cuerpo se estremeció, al mismo tiempo que mis manos se aferraban a las sábanas. Era inútil negar que extrañaba hacer el amor con él, que lo seguía amando sin importar lo que pasara.

Y para cuando sus dedos intercambiaron lugar con su fiel ayudante, mis gemidos se volvieron incontrolables. El placer era demasiado, nuestros cuerpos siendo uno solo era algo mágico, algo a lo que jamás me acostumbraría. Porque no importaba cuantas veces lo hiciéramos, cada una de esas veces era como la primera vez. Ambos nos entregabamos en cuerpo y alma. Simplemente estábamos hechos el uno para el otro.

El húmedo y pegajoso sonido de nuestros cuerpos fusionándose resonaba por toda la habitación o, mejor dicho, por todo el apartamento. No dudaba ni por un instante en que quizás los vecinos nos debían estar escuchando, pero a decir verdad, eso era lo que menos me importaba. Lo único en lo que podía pensar, era en el placer que sentía. En las diferentes posiciones en las que lo hicimos.

Porque sí, hicimos el amor una y otra vez, al punto de finalmente perder la cuenta. De alguna forma, era como si hubiéramos retomado nuestra activa y apasionada vida sexual. A diferencia de que esta vez no llegamos a utilizar ninguno de nuestros juegutes. Para cuando acabamos, nuestros cuerpo estaban tan cansados, que solo nos dejamos caer en la cama. Fue ahí cuando aproveché para acomodarme en mi sitio favorito para dormir.

Te amo, Kim JongHyun.—mencioné, mientras me acurrucaba en su pecho y poco a poco me comenzaba a quedar dormido.—No me vuelvas a dejar solo, por favor.

Yo... Yo creo que también te amo, Ren.—mencionó JR de vuelta, pero estaba tan adormecido, que no fui capaz de responderle. Tan solo pude sentir sus labios en mi frente antes de quedarme profundamente dormido.

Y de no ser por los rayos del sol que entraban por la ventana, quizás me habría levantando un poco más tarde. Pero toda esa luz dejó de importarme cuando me di cuenta que JR ya no estaba a mi lado, en la cama. Él ya no estaba, al igual que su ropa. Quizás debía estar en el baño, ¿no?

¿JongHyun?—llamé desesperado al mismo tiempo que ingresaba en el baño, pero él no estaba ahí. Ni tampoco en el apartamento.

Sencillamente se había vuelto a marchar. Me había dejado solo otra vez, sin dejar ningún tipo de explicación. Yo no podía creerlo, no podía creer que después de lo de anoche, él fuera capaz de irse. Que haya vuelto al lado de esa mujer que ahora se hace llamar su esposa. Y sin poder evitarlo, comencé a llorar. Podía sentir las lágrimas bajando por mis mejillas.

¿Porqué?, ¡¿porqué?!—grité destrozado, tirado en el suelo, sin entender porque esto me tenía que pasar a mí. Porque la vida estaba siendo tan injusta conmigo.

Se suponía que para estas fechas, JongHyun y yo nos casaríamos, nos iríamos de luna de miel y seríamos realmente felices juntos. Incluso teníamos en mente la idea de comprarnos una casa, para así poder formar una familia en el futuro. Pero todo aquello ahora se resumía a una simple fantasía. A un sueño que jamás se haría realidad, porque había perdido a JongHyun definitivamente.

Así que pensé en acabar con todo aquel sufrimiento, en dejar de pensar y sentir este dolor. Ya no quería sentirme así, tan miserable, solo quería paz y tranquilidad. Y fue entonces cuando mi mirada se desvío a la cocina, específicamente al cajón donde guardabamos los cuchillos. Pero una vez tuve uno en mis manos, no pude hacer gran cosa, ya que en ese instante apareció Minhyun en compañía de Aron y mi hermano.

''En mis recuerdos''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora