''Capítulo 11''

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Por Ren:

Había pasado una semana desde que vi a JR por última vez. Una semana desde que le vi recién casado con aquella chica. Desde entonces no he vuelto a salir del apartamento, ni mucho menos he querido ver a nadie. Lo único que quería era estar solo, morirme de una buena vez. Él lo era todo para mí, mi vida, mi razón de ser. Sin JR...¿De qué me sirve vivir? ¿De qué me sirve llevar un hermoso y fino anillo de compromiso, si él ya se había casado con alguien más?

La verdad es que aún no terminaba de asimilar lo sucedido. No lograba entender el repentino cambio de su comportamiento, la forma en la que me había tratado. Era como si fuese un completo desconocido para él. ¿Cómo pudo humillarme de esa forma, después de cinco largos años de relación? ¿Es qué acaso había dejado de amarme de la noche a la mañana? Me negaba a creerlo.

Las lágrimas continuaban bajando por mis mejillas mientras me encontraba tirado en la cama, abrazando la que siempre fue la almohada de JR. Aún tenía su olor, su esencia, ese delicioso aroma del shampoo que siempre utilizaba. Pero no solo estaba su almohada, también estaba su ropa, sus colonias, todas sus cosas. Todo en el apartamento me lo hacía recordar.

Y pensar que en un espacio tan pequeño como lo era aquel, JR y yo llegamos a vivir varios años juntos. Creando miles de recuerdos. Uno de ellos, era el día en que casi quemamos el apartamento, intentando cocinar un pollo relleno. También estaba el día en que compramos el sofá que JR tanto quería. Y como olvidar el día en que nos mudamos, el día en que por fin nos independizamos como pareja oficialmente.

Ese día era doblemente especial para los dos. No solo porque ahora teníamos nuestro propio espacio, con completa privacidad. Sino porque también, fue el día más especial de todos. El día en que por fin estuvimos juntos por primera vez. ¿Quién diría que aquella sería la primera vez de ambos?

*Flashback*

JR...ya déjame ver, por favor.—supliqué con un puchero, intentando quitar sus manos de mis ojos. Al parecer, JR me tenía una sorpresa, una que me iba hacer gritar de la emoción.

Espera, solo un poco más.—indicó para luego intentar calmarme con un beso en la cabeza, esto sin dejar de guiarme hasta la sorpresa. No sabía en lo absoluto a donde me estaba llevando, pero confiaba en él. Teníamos seis meses de estar saliendo y hasta ahora no tenía queja alguna. Era sin duda el mejor novio de todos.—Muy bien, ya llegamos, ya puedes abrir los ojos.

Sin más, JR apartó sus manos, dejándome ver la grandiosa sorpresa que me tenía. Y en efecto, era increíble, la mejor sorpresa de todas. No podía sentirme más que afortunado de tenerle.

Es...es...—intenté expresar lo emocionado y feliz que estaba. Pero me fue imposible. Un tonto nudo en la garganta me lo impedía.

Sí, Ren, es nuestro propio apartamento.—mencionó JR con una enorme sonrisa en los labios, aunque no más enorme que la mía. Seguidamente cerró la puerta y caminó hasta mí.—¿Te gusta? Sé que es un poco pequeño, pero es lo único que pude conseguir por ahora.

Me encanta, es perfecto.—comenté ilusionado, imaginando de ante mano todos los recuerdos que formaríamos en nuestro nuevo y temporal hogar.—¡Gracias, gracias, gracias! 

Y sin darle tiempo a reaccionar, me colgué de su cuello, estampándole un apasionado beso en los labios. Un beso lleno de puro e infinito amor. Porque así era mi amor por JR, puro e infinito. No tenía forma de explicar lo mucho que lo amaba; y lo afortunado que fui de haberlo conocido en la fiesta de cumpleaños de mi hermano. 

No tuvieron que pasar muchos segundos para que JR correspondiera mi beso. Y de pronto, me tomó posesivamente por la cintura, obligando a mi cuerpo a estar más cerca del suyo. Podía sentir como nuestros cuerpos se calentaban.

''En mis recuerdos''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora