''En mis recuerdos''

''Capítulo 33''

Por Ren:

—¿Y bien, ya tomaste una decisión?—preguntó Nana, expectante al igual que MinHyun, ambos a la espera de una respuesta.

—Eso creo.—respondí, nervioso, esperando haber tomado la mejor decisión con respecto a mi situación.

A decir verdad, habían pasado dos semanas desde que me enteré de mi embarazo. En un principio fue difícil hacerme a la idea, no podía creer que dentro de mí, una vida se estaba comenzando a formar. Un bebé, fruto del amor tan grande que existe entre JR y yo. Y puede que ahora ya no estemos juntos, pero este bebé será algo que nos unirá por siempre. Nada, ni nadie, podrá romper este lazo tan grande y fuerte, como lo es un hijo.

—¿Entonces, piensas tener al bebé?—preguntó Min, algo entusiasmado. Ya que, sé muy bien la ilusión que le hace el que yo tenga a mi bebé. Debido a que ahora mismo...el pobre Min, no lograba conseguir quedar embarazado.

—¿O acaso piensas abortar?—preguntó Nana, preocupada. Sé muy bien que ambos me quieren por igual, y que lo único que buscan y quieren para mí, es mi felicidad.

Pero ambos tenían razón a su manera, ambas opciones eran válidas. Y justo por eso, estuve meditando mucho estas últimas dos semanas. Pensando si debería tener o no a mi bebé. Hasta que, finalmente, fue una foto de JR la que me ayudó a tomar una decisión. El solo imaginar que mi hijo se pareciera a su padre, se convirtió en mi nuevo y más grande anhelo.

—Basta, por favor.—comenté, algo mareado. En los últimos días, los síntomas del embarazo han sido más frecuentes de lo habitual.—Sé que ambos están preocupados, que solo quieren lo mejor para mí, pero les juro que estoy bien.

—¿Estás seguro?—preguntó MinHyun, sentándose a mí lado y sosteniendo mi mano.

—Puede que lo que pasó con JR me haya afectado, no lo niego. Pero ahora estoy mejor y este embarazo es mi nueva motivación para salir adelante.—comenté, mostrando una leve sonrisa, sintiendo como el mareo poco a poco disminuía.—Y sí, pienso tener a mi bebé. Quizás vaya a ser complicado el criarlo solo, pero no por eso me voy a dar por vencido tan fácilmente.

—No digas eso, tú no estás solo, nos tienes a nosotros.—mencionó Nana, sentándose a mi otro costado, momento que aproveché para reposar mi cabeza sobre su hombro.

—Esta vez estoy de acuerdo con Nana, ella tiene razón.—dijo el cabezón de Min, dejando escapar una pequeña risita.—Sin importar lo que decidas, siempre te vamos a apoyar. Y te prometo, que a partir de ahora, no dejaremos que nada les falte a ninguno de los dos.

—Muchas gracias, chicos, ustedes son los mejores amigos que pude tener.—mencioné, comenzando a llorar. Por un lado, las hormonas me tenían demasiado sensible. Y por el otro, en verdad me alegraba tenerlos en mi vida, no sé que haría sin ellos.

—Y tú serás la mejor Omma de todas, de eso no tengo la menor duda.—indicó Nana, ayudándome a levantarme. Solo para poder acariciar mi vientre y hablarle con una empalagosa y tierna voz.—Y en cuanto a ti, bebé, te prometo que seré la mejor tía de todas. Serás mi sobrino o sobrina consentida.

—¡No le digas esas cosas, lo vas malcriar!—exclamó MinHyun, saltando del sofá, solo para apartar a Nana. En definitiva, amaba mucho a estos dos. Tanto, que ya los considera para ser los padrinos de mi bebé.

—¿Se puede saber de que bebé están hablando?—preguntó mi hermano, apareciendo de la nada, cerrando la puerta a nuestras espaldas. Haciendo que los tres tuviéramos un pequeño sobresalto al escuchar su voz.