''En mis recuerdos''

''Capítulo 2''

Por JR:

Al otro día desperté, sintiéndome plenamente. ¿Y quién no? Anoche había hecho el amor tan placenteramente con mi prometido. Ren es el amor de mi vida, de eso estoy seguro, no hay nadie que se asemeje a él. Con su hermosura, su ternura, incluso su lado medio inocente.

Lentamente abrí mis ojos, solo para ver a Ren sostenerse con una mano la cadera, mientras con la otra se tomaba unas pastillas. Lo más probable es que fuesen las pastillas anticonceptivas. Ambos habíamos hablado de ello y estábamos de acuerdo, era demasiado pronto para tener hijos. Ya habría tiempo para ello una vez que nos casáramos.

—Buenos días, mi amor.—saludé, abrazándole por la espalda, provocándole un pequeño sobresalto.

—Tonto, me asustaste, creí que aún dormías.—alegó con un puchero, uno que pronto desapreció debido al beso que nos estábamos dando.

—¿Cuántas pastillas te quedan?—pregunté curioso, levantándome de la cama. Tenía que darme prisa si no quería llegar tarde al trabajo.

—Ninguna, acabo de tomarme la última.—respondió, también levantándose. Hoy, Ren iría a ver a Nana, Minhyun y Jasón. Esos cuatro iban a planear todo con respecto a la boda.—Pero no te preocupes, más tarde pasaré a comprar unas a la farmacia.

—¿También podrías comprar un lubricante? Anoche revisé y ya no hay.—indiqué, viéndole asentir.

—Por cierto, ¿Ya pensaste en lo de tu madre?—indicó de vuelta, haciéndome estremecer. Lo había olvidado. Mi madre. La mujer que me había dado la vida, quería que fuese a verla. Aún si no lo había hecho desde aquel amargo día.

Amaba a mi madre, pese a su mal carácter y su cruel manera de ver el mundo. Incluso pese a ese lado homofóbico suyo. Porque aquello era algo a lo que le temía mucho. Yo era gay, y no me avergonzaba serlo, pero temía de su reacción al enterarse de mi orientación sexual. ¿Me odiaría? Estaba seguro de que sí.

—¿JR, amor, estás bien?—preguntó Ren, situando su mano en mi antebrazo, sacándome de mis más profundos pensamientos acerca de mi madre.

—Sí...solo me distraje un momento.—respondí, soltándome de su agarre para irme a bañar.

Una vez en la ducha, Ren no tardó en hacerme compañía. Sin poder evitarlo, terminamos besándonos unas cuantas veces bajo el agua fría. Ya listos, tomamos el ascensor y fuimos al estacionamiento. Iríamos en auto. Justo en el que, con tanto esfuerzo, me había logrado comprar. Primero pasaría a dejar a Ren en casa de su hermano y, después, me iría a trabajar. No tardamos mucho en llegar a casa de mi cuñado.

—JR...—llamó Ren, mordiéndose el labio inferior. Amo cuando hace eso, ya que dejaba sus labios más rojos de lo normal. Aún así podía notar su leve preocupación.

—Ya sé lo que me vas a decir pero, la verdad, aún no estoy seguro de ir.—repliqué, negándome a la idea de ir. Algo dentro de mí, me seguía diciendo que no era buena idea visitarla.

—¿Por que no? Hazlo por ella, es tu madre.—insistió pero sin conseguir hacerme cambiar de opinión.

Sin más, negó con la cabeza, dándome un rápido beso antes de bajar del auto. Me quede ahí unos segundos, los suficientes para verle entrar en la casa. Después me fui, dispuesto a cumplir con otro día de trabajo.

El resto del día habría sido bastante normal, de no ser por culpa de mis pensamientos. No dejaba de cuestionarme si debía ir o no. Sé que en parte soy un egoísta por no querer ver a mi madre pero, después de la muerte de mi padre, nuestra relación se había vuelto muy distante. Tanto, que el solo verla me afectaba.