''En mis recuerdos''

''Capítulo 21''

Por Ren:

Parecía un sueño, uno demasiado bueno para ser real. Había bebido demasiado esa noche, por lo que no estaba seguro de si lo que estaba pasando era una alucinación, o si todo era producto del alcohol. No podía creer que JongHyun estuviera justo a mi lado, sentado en nuestro sofá, preguntándome sobre nuestra relación. Y no iba a mentir, todas aquellas preguntas me hacían mucho daño, porque con ellas solo confirmaba lo que ya sabía. Él no se acordaba de mí, de lo nuestro, de todos los bellos momentos que vivimos juntos durante los últimos cinco años.

Cuando JongHyun comenzó a dudar, supe que por más que le dijera la verdad, él no me iba a creer. Era más que evidente que tanto su madre, como esa chica JaeBin, le habían estado metiendo ideas en la cabeza. Y cuando finalmente se levantó del sofá, volví a sentir esa horrible sensación de miedo; miedo a perderlo de nuevo. Sabía que aquella era mi única oportunidad de aclarar las cosas y recuperarle, de lo contrario, lo perdería para siempre.

Así que corrí tras él, aferrándome a su espalda, suplicando entre llanto que no se fuera. Quizás estaba tirando a la basura la poca dignidad que me quedaba, pero no me importaba. Mi amor por JongHyun era más grande que cualquier otra cosa. Y sabía que él me amaba igual, aunque ahora mismo no fuera capaz de recordarlo. Fue entonces cuando decidí jugar la última carta que me quedaba. Era una locura, incluso era probable que no terminara bien, pero a estas alturas ya no tenía nada más por perder.

—Ren...—llamó algo incómodo, aunque con un tono bastante dócil. Lentamente se apartó de mí, solo para voltear y mirarme con una expresión de lastima.—Yo... Lo siento tanto. En serio detesto esta situación, si tan solo pudiera hacer algo para cambiarla...

—¡Bésame!—exclamé sin más, impidiéndole continuar. Es más, el pobre estaba tan sorprendido que se quedó atónito, sin poder moverse o decir palabra alguna. Tan solo se limitó a mirarme por unos segundos, hasta finalmente reaccionar.

—No estoy seguro de que eso sea una buena idea.—comentó algo nervioso, casi igual de nervioso que cuando nos dimos nuestro primer beso. En el fondo seguía siendo mi JR, ese dulce y tierno chico del que me enamoré desde la primera vez que lo vi.

—¡Solo hazlo, bésame!—insistí. No pensaba rendirme tan fácilmente, ya que quizás aquel beso podría ser la solución a todo.—Quizás pienses que es una tontería, pero puede que con un beso logre despertar algún recuerdo en ti. O incluso varios.

Entonces JongHyun se volvió a quedar en silencio, sin saber que responder. Y al ver que no tomaba la iniciativa, decidí ser yo quien lo besara. Poco a poco me fui acercando, mientras que él solo observaba cada uno de mis movimientos. Y finalmente coloqué mis manos sobre sus mejillas, solo para después juntar sus labios con los míos. Sintiendo como una corriente eléctrica, la misma de siempre, recorría mi cuerpo al instante.

En un inicio JR no correspondió mi beso, de hecho, puso sus manos sobre mis hombros con la única intención de apartarme. Pero, al final, sus manos se deslizaron hasta mi cintura al mismo tiempo que sus labios comenzaban a mezclarse con los míos. Y un simple beso, se transformó en varios, los cuales ahora eran bastante agitados. Puede que su cerebro no me recuerde, pero su cuerpo sí, era evidente que me extrañaba; que le hacían falta nuestros besos apasionados y cargados de infinito amor.

Para cuando nos separamos, creí que JongHyun se iría, haría como si nada hubiera pasado. Pero no fue así. Sin previo aviso, y sin siquiera poder tomar suficiente aire, él me volvió a besar. Esta vez con más fuerza y desesperación, era más que obvio que su cuerpo me pedía a gritos, igual que el mío. Me moría por volver a estar entre sus brazos, por volver a sentir esa ola de calor recorriendo todo mi cuerpo. Y por lo visto, no era el único que lo deseaba.