''En mis recuerdos''

''Capítulo 7''

Por Ren:

JR se encontraba de viaje en casa de su madre, según él solo serían tres días, pero esos tres días ya habían pasado y él aún no regresaba. Es más, ya había pasado una semana y no había ninguna noticia de él, ni siquiera un mensaje o llamada. La preocupación se comenzaba a apoderar de mí. ¿Y si le había pasado algo? No, me negaba a la sola idea de pensar que algo le haya sucedido.

Dudaba si el ir por allá fuera una buena idea, por lo que decidí esperar unos días más, días que se convirtieron en semanas, semanas que al final resultaron un mes completo. Ya había pasado un mes y aún no había rastro alguno de JR. Mi corazón me decía que algo malo estaba pasando, pero no sabía que era. Sin dejar pasar un día más, empaqué algo de ropa y me dispuse a ir en busca de JR.

—¿Estás seguro de que es una buena idea, Ren?—preguntó Min mientras subíamos al auto. Él y Aron se habían ofrecido a llevarme. Realmente no sé que haría sin mis mejores amigos. Siempre puedo contar con ellos cuando más lo necesito.—¿Y si solo son ideas tuyas? Piensa en que dirá la madre de JR si llega a saber quien eres, o mejor dicho, como reaccionará. 

—Claro que estoy seguro, MinHyun.—respondí serio, terminando de colocarme el cinturón y escuchando como Aron encendía el auto. Empezando el largo viaje de dos horas que nos esperaba por delante.—JR debió haber vuelto hace semanas, incluso su jefe ya me llamó. Algo no está bien con él, me lo dice mi corazón.

—Ren tiene razón, no es normal que JR aún no regrese, mucho menos que no conteste nuestras llamadas.—habló Aron con la mirada fija en el camino.—Si no mal recuerdo, él mismo me dijo que no se llevaba con su madre, es extraño el que lleve tantos días allá.

—Puede que me este volviendo loco, pero tengo un muy mal presentimiento de todo esto.—dije nervioso, casi contando los minutos para volver a ver a JR.

—Créeme, yo también tengo ese presentimiento, Ren.—comentó Aron, mirándome por el espejo retrovisor con una leve mueca dibujada en sus labios. No me quedo de otra más que ponerme cómodo y disfrutar del viaje, aunque la angustia me estuviera matando por dentro.

Durante el viaje, no pude evitar admirar el hermoso paisaje a ambos lados de la carretera, se notaba que la madre de JR vivía en una zona bastante...fina; un poco apartada de la ciudad. De solo imaginar la casa, a como JR una vez me la describió, se notaba que su familia era de buen estatus social. Aún no me explico como es que JR dejó toda aquella comodidad y se termino fijando en un chico como yo.

Y una sonrisa se dibujo en mis labios al recordar todos nuestros momentos juntos, por ejemplo: Nuestra primera cita. Recuerdo lo nervioso que estaba y solo para invitarme a comer. Luego estaba nuestro primer beso, justo en medio del parque, con una enorme lluvia mojándonos por completo. Sin contar con el fuerte resfriado que cogimos después. Por último estaba nuestra primera vez, debía admitir que yo era el más nervioso en aquel momento, pero es que no todos los días se pierde la virginidad con la persona que amas. 

Me perdí tanto en mis pensamientos, que simplemente perdí la noción del tiempo, siendo regresado a la realidad gracias a la voz de mi mejor amigo.

—¿Ren?—llamó la peculiar voz de MinHyun.

—¿Qué pasa?—pregunté confundido, notando que nos habíamos detenido.

—Pasa que ya llegamos.—comentó Aron, soltándose el cinturón para luego bajar del auto. Rápidamente Min y yo le imitamos.—JR me comentó que su casa era grande y refinada, pero nunca imaginé que viviese en una mansión.

—¡Vaya! La pelea con su madre debió ser muy fuerte, sino no me explico como pudo dejar tanto lujo y comodidad.—mencionó Min también sorprendido.

La verdad es que yo también lo estaba. La casa de JR no era una casa cualquiera, era más bien una mansión. Desde fuera se nota la elegancia de la casa, no me puedo ni imaginar como es por dentro. Tragué algo de saliva al ver a los guardias asomarse, aún no había pensando en como presentarme sin levantar sospechas.

—Chicos, miren hacía allá, parece que alguien viene.—indicó Aron, a lo que Min y yo volteamos a ver. Y en efecto, un carro lujoso, de color negro, venía con dirección hacía la mansión. ¿Sería la madre de JR? Estaba casi seguro de que sí.

De pronto, el portón fue abierto por los guardias, a lo que el auto se adentro en la casa y una vez dentro se detuvo. Pocos segundos después una de las puertas se abrió, permitiéndome ver a la madre de JR. La reconocí por las fotos que JR me mostró de ella hace algún tiempo.

Pero inmediatamente sentí como mi corazón se detuvo al verlo bajar, iba vestido de traje y en compañía de una hermosa chica, la cual llevaba puesto un elegante y costoso vestido de novia. No, no puede ser verdad, ¿JR...JR acababa de casarse con esa chica? Imposible, él no sería capaz de engañarme de esa forma, lo conocía lo suficiente como para saber que él jamás se casaría con alguien más que no fuese yo.

—Ren...—llamó MinHyun preocupado, tratando de colocar su mano en mi hombro. Rápidamente le aparté, solo para encaminarme hacía el gran portón de aquella mansión. Sintiendo como toda mi vida se caía a pedazos en cuestión de segundos.

—Lo siento, joven, pero no puede pasar.—protestó uno de los guardias, impidiéndome el paso. De la nada, Aron se encargó de él mientras que Min se encargaba del otro, dejándome el camino libre.

Lentamente caminé hacía la recién pareja de casados, los cuales se veían bastante felices, como dos típicos enamorados. JR tenía una enorme sonrisa en los labios mientras que la chica no paraba de chillar de la emoción, tirando una y otra vez de su brazo. No soportaba verlos, sentía como mis ojos se cristalizaban ante tal escena. Algo me decía que ese no era JR, mi JR, el chico del cual me había enamorado y con el cual estaba a unos meses de casarme.

—Kim JongHyun.—llamé casi en un hilo de voz, haciendo que el par de tortolitos volteara a verme, borrando de sus rostros todo rastro de felicidad y emoción. Cambiando sus sonrisas por gestos de confusión.—¿Qué significa todo esto? ¿Quién demonios es ella?