''En mis recuerdos''

"Capítulo 48"

Por Ren:

Me encontraba aún en el hospital, mi estado y el de mis bebés seguía siendo delicado, pero tenía fe de que pronto todo esto iba a terminar y nos darían de alta. Aunque no voy a negar que me ponía triste el no tener un hogar al cual regresar, ni una habitación decorada para mis bebés. Pero estaba seguro de que ya me encargaría de eso una vez esté fuera del hospital. Y tanto mi familia como mis amigos me ayudarían, como lo han hecho hasta ahora.

-Les prometo que voy a hacer todo lo necesario para que tengamos un lindo hogar, aunque solo seamos nosotros tres.-mencioné acariciando mi vientre con suavidad, sintiendo una ligera patadita en mi costado derecho.-Sé que será difícil no tener a su padre con nosotros, pero yo los voy a amar tanto que ese amor no les va a faltar, es una promesa.

Y no pude evitar dejar escapar una pequeña lágrima, una llena de varias emociones al mismo tiempo. O quizás solo se trataba de las hormonas, no estaba del todo seguro. Pero de lo que si estaba seguro, era de lo mucho que amaba a JR, y gracias a ese amor ahora estaba esperando a mis dos hermosos bebés, los cuales me moría por tener entre mis brazos y poder ver sus tiernos rostros.

Y fue entonces cuando recordé el día en que JR me propuso matrimonio, ese día había sido el más especial para mí, al menos hasta ahora. Desde que nos hicimos novios, con aquella tierna y romántica propuesta, no podía dejar de soñar con el día en que me propusiera matrimonio. Estaba más que seguro que JR se encargaría de que fuera aún más especial y único. Porque así como dijo aquella noche, yo no dudaba de su amor ni por un segundo. Al menos no hasta ahora.

Por eso, cuando me propuso ir a la feria días antes, comencé a sospechar de sus planes. Algo dentro de mí me decía que aquel iba a ser el gran día, el día en que me pediría ser su futuro esposo. Y así fue, JR evitó durante toda la cita el subir a la rueda de la fortuna, por lo que estaba casi seguro de que aquella atracción formaba parte de su plan. Lo que jamás imaginé era lo hermoso y mágico que sería todo, me sentí como protagonista de una hermosa novela. Era evidente que JR se había esforzado mucho para que todo fuese perfecto.

Pero aquel mágico día aún no llegaba a su fin, ya que una vez bajamos de la rueda, varias personas nos recibieron con aplausos y felicitaciones, la verdad era un lindo gesto de su parte. Una vez las personas a nuestro alrededor se dispersaron, JR y yo intercambiamos miradas un poco lascivas, estaba seguro de que él pensaba lo mismo que yo en aquel momento. Era hora de regresar a casa, o como nos gusta llamarlo, nuestro pequeño nido de amor.

Ambos deseamos estar a solas, para poder celebrar nuestro compromiso de una forma más privada e íntima por decirlo de alguna forma. Me moría por estar entre los brazos de JR, todo mi cuerpo temblaba de deseo, me moría porque me hiciera el amor toda la noche de ser posible. Porque solo él era el único hombre al que pensaba entregarme en cuerpo y alma el resto de mi vida. Para mí no existía nadie más aparte de JR, y es por esa razón que moría de felicidad al saber que iba a convertirme en su esposo.

*Flashback*

Una vez llegamos a casa, fueron cuestión de minutos para que nuestra ropa quedará por todo el apartamento, nuestros besos cada vez más y más intensos, podía sentir nuestras respiraciones agitadas y como la temperatura comenzaba a subir en la habitación. Nuestros cuerpos ardían de deseo, y cada vez que nos mirábamos a los ojos no podíamos parar de repetir lo mucho que nos amábamos.

—JR...mi amor.—gemí casi en un susurro ante la falta de aliento. Estaba completamente excitado, más al sentir como mi ahora prometido me besaba no solo en los labios, sino también en las mejillas y cuello. Justo antes de cargarme, colocando mis piernas alrededor de su definida cintura.